Hace ya dos años los escoceses decidieron en referéndum seguir en el Reino Unido. Entonces se buscaron semejanzas con el proceso independentista (o soberanista) de Cataluña; pero hay diferencias notables. Escocia fue independiente desde sus orígenes; el poderoso Imperio romano nunca sometió a los pictos, que habitaban esa tierra que los romanos llamaron Caledonia. Escocia mantuvo su independencia hasta 1707, cuando firmó con Inglaterra el Acta de Unión, por la cual ambos países pasaban a ser un mismo reino. Numerosos escoceses, sobre todo en la Tierras Altas, no lo aceptaron.

Cataluña no existió hasta mediado el siglo XIII, cuando Jaime I el Conquistador definió los límites entre el reino de Aragón y el condado de Barcelona. En Cataluña ha habido varios intentos de proclamar su ruptura, primero con el resto de la Corona de Aragón y después con España. En 1462 los catalanes rechazaron a Juan II de Aragón y ofrecieron la corona condal de Barcelona al rey de Francia y a otros candidatos (por tanto no pretendían ser independientes). De nuevo se rebelaron en 1640 contra Felipe IV, y entregaron la corona condal al rey de Francia (nada de independencia, otra vez), desencadenando una guerra que llevó a la pérdida del Rosellón y la Cerdaña, que pasaron a Francia; mal negocio. Y otra vez, ahora con aragoneses y valencianos, a comienzos del siglo XVIII lucharon en la Guerra de Sucesión (que no de «secesión»), en la que los catalanes, aunque no todos, querían que fuera rey de España Carlos de Austria y no Felipe de Borbón (por tanto, de independencia, nada de nada). En 1873, durante la I República, se proclamó el Estado Catalán, liquidado con la propia República. Y de nuevo lo hizo Lluís Companys, presidente de la Generalitat, en 1934, proclamando el Estado Catalán, pero dentro de la República Federal Española (otra vez nada de independencia). Creo que las personas tienen derecho a decidir lo que quieren ser, pero el problema es que tanto en la Generalitat de Cataluña como en el Gobierno de Madrid hay políticos de cortas miras empeñados en enredar cuanto más mejor, y en defender sus intereses por encima los de la mayoría de la gente.

Subscribo los versos que John Lennon escribió en Imagine: «Imagina que no hay países… nadie por quien matar o morir… Imagina a toda la gente viviendo la vida en paz… Imagínate a toda la gente compartiendo el mundo». ¿Imperará la sensatez, o seremos una banda de idiotas y de nuevo volveremos a partirnos la cara por una bandera, un himno y un escudo?.H

*Escritor e historiador