POR ADRIANA OLIVEROS

Estará sola la reina... Pero lo que es Pilar Eyre puede presumir de abundante compañía. Cómo se llenó la plaza en la visita de esta periodista y de su colega Paloma Barrientos al ciclo El café de tu vida de Orús. Una hora antes de la tertulia había cola ante las puertas del hotel Goya de Zaragoza, donde se celebraba el encuentro, para no variar. Y a las seis y media, ya no cabía un alma. Tomó Mari Cruz Soriano las riendas, como ha hecho con los otros personajes que han visitado este ciclo (desde María Teresa Campos y Jaime Peñafiel a Bertín Osborne o el pensante Punset). Esta vez, se las veía con dos colegas a las que conoce hace mucho tiempo. Ya lo dijeron Eyre y Barrientos. Dos que, a su vez, ya trabajaban juntas hace tres décadas en el Grupo Zeta y que han ido coincidiendo en la vida y las otras crónicas.

Esta última tuvo oportunidad de saludar a muchos. No en vano ha sido un rostro habitual de la tele aragonesa en los últimos años... Holas para los diseñadores Enrique Lafuente y Susana Aperte. Y para Corita Viamonte, "la última violetera" que dice ella. "Corina te vamos a llamar ahora", le bromeaban.

Que se lo digan a Pilar Eyre, que pudo celebrar en el acto las muchísimas ventas de su libro (por ciento y pico mil ejemplares iban hace unos días), La soledad de la reina, por el que fue preguntada, una vez más. "Sí, con este libro me he tenido que acostumbrar a bajar al perro sin arreglar y tener a cuatro agencias dispuestas a hacerme preguntas", bromeaba. "La verdad es algo que no podía haberse publicado hace cuatro años", razonaba. Y, al tiempo, reinvindicaba el papel de una reina, sin la que "Juan Carlos no habría llegado a ser Rey".

Le escuchaban atentos muchos. José María Marco, consejero delegado de Orús, Javier Marco y Marisa Beltrán, del Ágora de la empresa (que organiza el ciclo)... Media sala incluso se hizo fotos con el tándem Eyre-Barrientos. Y, ellas, encantadas. Al final, lo que nos gusta es ser periodistas, "hacer calle" y "contar historias", narraban la una y la otra. Pilar Eyre volverá a Zaragoza pronto. El 4 de junio, firma en la Feria del Libro. Y quien sabe si regresará con ella Paloma, que piensa en reeditar su libro de la Preysler. Ayer, la Soledad de Pilar brillaba al final de la sala. Y, aun que (dijo un librero), en este país "se venden más permanentes que libros", alguno cayó.