Un rebaño de más de mil ovejas irrumpió por sorpresa en el casco urbano de Huesca en la madrugada de ayer y se paseó por la avenida Martínez de Velasco hasta que la Policía Local conseguió reconducirlas hasta el lugar del que se habían escapado. Al margen de lo anecdótico de la escena, con unos 1.300 ejemplares campando a sus anchas por la ciudad, este imprevisto se originó porque el pastor no advirtió que estos abandonaron el redil sin que él se diera cuenta porque se encontraba dormido en esos momentos. Este fue localizado más tarde por la Policía Local, que ayudó a reconducir al ganado fuera de la localidad.

Según informaron a Efe fuentes oficiales del ayuntamiento, el rebaño esperaba en las inmediaciones de la ciudad con el compromiso de no pasar hasta las 7.00 horas de la mañana en dirección a los pastos del Pirineo, a donde el pastor llevaba a las reses para pasar el verano. Pero las ovejas decidieron adelantar su salida.

Las citadas fuentes explicaron que mientras dormía, el pastor no se apercibió de que las ovejas iniciaban la marcha por sí mismas en dirección al centro urbano, por donde discurre la cañada real que atraviesan los rebaños trashumantes.

En torno a las 4.30 horas de la madrugada, la Policía Local recibió el aviso a través del servicio de emergencias del 112, informando de la situación. Los agentes se trasladaron hasta donde se encontraban las ovejas y dieron los primeros pasos para controlar al ganado y localizar al pastor, que continuaba dormido.

Finalmente, el rebaño, formado por unas 1.300 ovejas, fue reconducido por los agentes y el propio pastor responsable hasta el lugar del que habían partido para esperar a la hora pactada para el paso. Se llevaron hasta el lugar acordado, fuera del casco urbano.

El ganado atravesó finalmente la ciudad sobre las 7.00 horas de la mañana, con el apoyo de la Policía Local y el sorprendido pastor, para poner rumbo a los pastos del Pirineo.