Los 1.500 voluntarios de protección civil en Aragón están sujetos desde hoy a un nuevo marco normativo elaborado por el Gobierno aragonés para reconocer y establecer las funciones de estas agrupaciones, que a partir de ahora operarán en el ámbito comarcal.

De acuerdo con el decreto, las agrupaciones de voluntarios de protección civil son organizaciones sin ánimo de lucro dedicadas a cooperar con las administraciones públicas en funciones preventivas para reforzar la seguridad colectiva de los ciudadanos y en funciones de intervención en situaciones de emergencia.

Se trata de una labor que, según la directora general de Justicia e Interior del Gobierno aragonés, María Ángeles Júlvez, "supone un plus de calidad y de seguridad para cualquier territorio", informa el Ejecutivo regional en un comunicado.

La prevención se configura como el bloque principal de funciones de estas organizaciones que, a partir de ahora, tendrán que ser de ámbito comarcal.

Habrá que promover, por tanto, los procesos de integración, evitar la duplicidad de medios y unificar los recursos a la vez que garantizar la cobertura de todo el territorio de la Comunidad.

La prevención forma, por tanto, el principal bloque de funciones de estas agrupaciones, que actuarán bajo las directrices de los técnicos del departamento del que dependan y con el que han de tener suscrito un convenio de colaboración.

Su participación está prevista en dispositivos operativos de carácter preventivo, como grandes concentraciones humanas, eventos deportivos o fiestas locales.

También les corresponde colaborar en la elaboración, mantenimiento e implantación de los planes de protección civil en su comarca, así como apoyar la elaboración y realización de campañas de información y divulgación para colectivos afectados por los distintos riesgos.

En cuanto a la intervención en emergencias, se establecen los procedimientos a seguir por las agrupaciones, siempre sujetas a la cadena de mando establecida, así como en sus labores de evaluación de la situación, protección de la zona o socorro en casos de necesidad perentoria o urgencia vital.

La nueva normativa reconoce que la Red de Voluntarios es un elemento más de los que conforman el conjunto de la protección civil en Aragón, "que ha demostrado sobradamente su eficacia, basada fundamentalmente en la solidaridad".

Los voluntarios han de tener una edad mínima de 18 años, acreditar una aptitud psicofísica adecuada, carecer de antecedentes penales por delitos dolosos y no haber sido condenados por sentencia firme por delitos contra la libertad e indemnidad sexual.

Asimismo, han de superar las pruebas de acceso establecidas por cada agrupación, después un periodo de aprendizaje como voluntario en prácticas de 60 horas de duración.

En estos momentos, la Comunidad Autónoma de Aragón cuenta con cincuenta agrupaciones de voluntarios repartidas entre Zaragoza (22 agrupaciones), Huesca (16) y Teruel (12), con un total de 1.500 asociados.