Los antifascistas detenidos tras la reyerta surgida por el concierto de música nazi en el barrio zaragozano de Las Fuentes en febrero del 2015, conocidos como los 10 de Zaragoza, optaron finalmente ayer por reconocer los hechos ante la jueza y sellar así un acuerdo con las acusaciones que les librará de entrar en prisión (salvo a uno de ellos, que ya lo está por otras causas).

La larga campaña de apoyo popular y político en favor de la absolución de los ocho detenidos (otros dos, menores, ya fueron juzgados) ha visto así truncado su objetivo último en el Juzgado de lo Penal número 7 de la capital aragonesa. Pero los abogados consideraron una «buena solución» el acuerdo, que con penas de prisión de entre tres meses y un día y 21 meses y un día, permite que la entrada en la cárcel se suspenda para siete de ellos (sobre el octavo, se pronunciará la jueza en la sentencia), a condición de no volver a delinquir en un futuro próximo.

Uno de los abogados defensores, Ramón Campos (el resto eran Valentín Romero, Ana Sebastián, Altamira Guelbenzu y José Luis Carrera), afeó que ante la «elevadísima pena», de ocho años de cárcel para cada uno, solicitada inicialmente por la Fiscalía, se vieron prácticamente forzados a pactar para «no correr riesgos» y evitar la cárcel a sus clientes.

Tras el pago de la responsabilidad civil (que se quedó finalmente en unos 16.000 euros ingresados), el ministerio público y las acusaciones particulares ejercidas por los policías lesionados (representados por Fernando Rodríguez y Pilar Sangorrín), las penas se dividieron en dos grupos.

Así, todos fueron condenados por un delito de desórdenes públicos y tres de daños (en un bar y un coche particular, y en material policial), a tres meses de cárcel y multa de 546 euros. Es el caso de Nicolás U. M., Gonzalo G. A., Alejandro A. G. y David Ángel U. R. Sus compañeros Ricardo G. M. (preso), Juan Diego V. L., Javier L. A. y Olmo L. R. suman además delitos de atentado, tres de lesiones y cinco falta de lesiones, con lo que quedan con 1 año y 9 meses de cárcel y pagos de 3.084 euros.

Según los hechos que reconocieron al alcanzar el pacto, participaron en los disturbios surgidos tras la celebración de un concierto de música nazi en el Hogar Social (edificio okupado) del ultraderechista Movimiento Social Republicano, ubicado en Compromiso de Caspe. Cuando la Policía ya se retiraba, dos grupos de antifascistas entre los que estaban los condenados acudieron al lugar y estalló una reyerta contra los antidisturbios en la que usaron piedras, adoquines y patatas con tornillos, hiriendo a policías y causando destrozos.