El Salud deriva a alrededor de 125 personas a la sanidad privada o a otras comunidades para recibir tratamiento de radioterapia. Así lo expone el consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, en una respuesta parlamentaria a pregunta formulada por el PP y en la que expone que la mayoría de estos pacientes proceden de Teruel -ni la capital bajoaragonesa ni Huesca disponen de radioterapia-.

El año pasado, 50 turolenses fueron derivados a la clínica Quirón de Zaragoza, con la que Sanidad tiene un convenio que habilita este centro cuando la lista de espera lo imponga. Otros 19 acudieron, por cercanía, a la clínica Eresa de Valencia -la Administración permite a los pacientes de Teruel elegir entre recibir el tratamiento en tierras levantinas o desplazarse a Zaragoza-.

Además, dos turolenses más acudieron a la Fundación del Instituto Valenciano de Oncología y uno más a la clínica Rúber de Madrid, destino, asimismo, de otros 14 aragoneses más -13 procedentes de Zaragoza y uno de Huesca.

A este último centro se derivan casos especiales para tratamientos por cirugía estereotáxica, una técnica muy específica que no se realiza en Aragón.

En total, Sanidad derivó a la privada a 86 pacientes el año pasado. En lo que va de 2018 ya se ha hecho lo propio con 18 turolenses a Quirón y tres más a Eresa.

Ni Teruel ni Zaragoza derivan a pacientes a hospitales públicos de otra comunidad, algo que, sin embargo, sí se lleva a cabo con pacientes oscenses, también por una cuestión de cercanía. Así, 39 personas procedentes de la zona de Barbastro se derivaron el año pasado al hospital Arnau y Villanova de Lérida, destino al que ya han acudido otros 13 pacientes en el 2018.

Además, por causas especiales de los pacientes se ha derivado este año a un paciente al Gregorio Marañón de Madrid y otro más al Valle de Hebrón de Barcelona.

Pacientes y diversos colectivos vienen reclamando desde hace tiempo la habilitación de radioterapia en Huesca y Teruel.