En teoría, la compensación por la cancelación de un vuelo debe ser automática. Sin embargo, desde Consum se recomienda recopilar tíquets de otros gastos (reservas de hoteles, comidas, alquiler de coches...) para reclamarlos a la aerolínea. Si Ryanair se niega a asumirlos, se tendrá que acudir a los tribunales.

La ley europea establece que si las cancelaciones son avisadas con menos de 15 días de antelación, se tiene derecho a una compensación económica. Esta será de 250 euros (si el vuelo es de menos de 1.500 km), 400 (entre 1.500 y 3.500 km) y 600 euros (si es de más de 3.500 km). Se debe cursar a la aerolínea o a la AESA.

Ryanair ha asegurado que ofrecerá a todos los pasajeros afectados la posibilidad de cambiar su vuelo o de obtener un reembolso por el mismo. Se deberá acudir a la página web de la empresa para cualquiera de esas dos opciones. Sin embargo, eso no implica que los usuarios no tengan derecho a una compensación por la cancelación.

La aerolínea de bajo coste irlandesa ha asegurado que todos los pasajeros que tengan un vuelo contratado y que vaya a sufrir una cancelación recibirán un correo electrónico avisándoles de la supresión de su vuelo --dijeron que iban a empezar ayer tarde--. Hay que conservar ese correo, pues será necesario para la posterior reclamación.