Un cansancio continuo; dormir sentado para no ahogarse; ir en zapatillas porque no te cabe otro calzado o sentir un insoportable frío en manos y pies son solo algunos ejemplos de las consecuencias en el día a día de padecer, respectivamente, fatiga muscular, ortopnea, edema y mala circulación en las extremidades, algunos de los síntomas de la insuficiencia cardiaca. Esta patología, que va a padecer una de cada cinco personas a partir de los 40 años, es una enfermedad debilitante y potencialmente mortal, además de principal causa de hospitalización en los mayores de 65 años.

La enfermedad consiste en la incapacidad del corazón para bombear la suficiente cantidad de sangre para satisfacer las necesidades del organismo. Los pacientes ven mermadas sus capacidades físicas y experimentan una importante pérdida de movilidad y autonomía, por lo que requieren ayuda de familiares y cuidadores para sus actividades cotidianas.

Con el objetivo de dar visibilidad a esta patología, el hospital Universitario Miguel Servet acoge desde ayer y hasta el próximo 28 de abril la exposición itinerante el Museo de los Objetos Cotidianos, iniciativa de Novartis que recorre los hospitales españoles concienciando sobre el elevado impacto de la afección en la calidad de vida de los pacientes.

La muestra, ubicada en el vestíbulo de Traumatología, describe la realidad con la que conviven las personas con insuficiencia cardiaca, sus familiares y sus cuidadores desde un punto de vista humano. A través de objetos cotidianos se narran las diferentes historias que se esconden detrás de la enfermedad, historias que los visitantes podrán escuchar a través de unas audio guías.

Además, ayer se ofreció una conferencia centrada en la insuficiencia cardiaca y en los hábitos de vida cardiosaludables que resaltó la importancia del autocuidado y el control de los factores de riesgo.