Alrededor de 200 niños son operados al año de anginas y vegetaciones en el hospital Infantil Miguel Servet de Zaragoza por los especialistas en la sección de Otorrinolaringología para tratar los problemas de apnea de sueño que padecen los pequeños.

Esta afección es una patología respiratoria que se caracteriza porque quienes la padecen roncan habitualmente y pueden tener paradas de la respiración (apneas) de forma repetida, según informó el Departamento de Sanidad. El modo para detectar que se padece esta circunstancia es que el el niño ronca, que tiene un sueño agitado, dificultad para controlar el pis durante el sueño e incluso le pueden rechinar los dientes.

Eugenio Vicente González, jefe de la sección de Otorrinolaringología en el hospital Infantil, explicó ayer, durante una charla en el centro, que el problema se produce porque se cierra la faringe por oclusión de anginas o vegetaciones y no llega aire a los pulmones. Entre las consecuencias de sufrir apnea está que el niño puede tener bajo rendimiento escolar, dificultad para concentrarse, alteraciones psíquicas, problemas en el desarrollo del crecimiento e incluso complicaciones cardiovasculares en los casos más graves.

Vicente indicó que el tratamiento en la mayoría de los casos suele ser quirúrgico, ya que al extirpar las anginas y vegetaciones se abre el paso de la faringe y el niño recupera la respiración normal. Los especialistas continúan con el estudio de todos estos casos, compartiendo información con otros centros donde se diagnostica y trata la enfermedad.

En este sentido, el doctor David Gozal, profesor de Pediatría en la Universidad de Chicago (USA) y autoridad mundial en esta materia, impartió ayer una conferencia sobre el diagnóstico y morbilidad de la apnea del sueño en niños. Gozal alertó sobre la importancia de estudiar los casos de los niños que roncan mientras duermen y resaltó la «gravedad» de la apnea de sueño por las consecuencias que tienen en el niño en su comportamiento.