Son 22 años de trabajo en la defensa del bienestar social dentro del respeto a la biodiversidad y el Medio Ambiente. Lo que nació como una modesta pero ilusionante fundación se ha convertido hoy en un referente internacional entre los grupos y colectivos que trabajan para hacer un mundo mejor sin que ello implique la agresión al entorno. Es la Fundación Ecología y Desarrollo, que esta pasada semana ha recibido el Premio Medio Ambiente Aragón que otorga el Ejecutivo autonómico. Un galardón que ha tardado en llegar pero que ha supuesto un espaldarazo para esta organización aragonesa en la que trabajan 30 personas y tiene proyectos en nueve países, con sede permanente, además de en Zaragoza, en Nicaragua.

Desde el pasado mes de octubre, el presidente del patronato de la fundación es José Ángel Rupérez, quien celebra y agradece el reconocimiento a una fundación "que tiene como objetivo contribuir a mejorar la vida de las personas dentro de una forma sostenible y velando por la protección del medio ambiente", apunta Rupérez. Son cinco los grupos de actuación y de trabajo. Uno que gira sobre el agua, otro sobre responsabilidad social, otro sobre cambio climático, un cuarto sobre salud y medio ambiente y un quinto sobre consumo responsable.

Campañas, jornadas, estudios, informes y proyectos que sirven también como vía de financiación para una entidad que, como muchas otras, está siendo víctima de la crisis económica. "No somos ajenos a la situación y hemos tenido dificultades dolorosas, y nos financiamos con nuestros recursos propios, los donativos y con los acuerdos que tenemos que hacer con las instituciones", apunta el presidente de Ecodes.

A su juicio, "el planeta está peor que estaba", aunque reconoce que ahora "hay más conciencia social y se ha avanzado", pero considera que son muchas las agresiones que sufre el medio ambiente y eso "debe preocuparnos, porque el día que nos demos cuenta, igual es demasiado tarde y la situación es irreversible".

Según el máximo responsable del patronato, las instituciones "deberían mirar más a medio y largo plazo" y considera que todas las entidades que trabajan en favor del medio ambiente "echan en falta esa visión".

Rupérez se siente especialmente orgulloso de dos de los proyectos sobre los que está ahora trabajando la fundación. El primero es una experiencia piloto en quince hogares zaragozanos con pobreza energética donde --"gracias también a la colaboración de varias empresas y del ayuntamiento-- se intenta mejorar hábitos energéticos que permitan a esas familiar ahorrar en energía y en dinero. "En españa puede haber tres millones de hogares con este problema, y con pequeños cambios en el control del tipo de iluminación o la sustitución de electrodomésticos ineficientes".

Retorno social

Asimismo, otro de los trabajos en los que Ecodes está ahora inmerso y que a juicio de Rupérez es "imprescindible que se consolide" es el retorno social de las inversiones. Es decir, que haya un análisis específico de los beneficios que aporta a la sociedad un determinado proyecto, ya sea empresarial o público. "En países como el Reino Unido es algo normal, pero en España todavía cuesta".