La empresa de energía eólica Gamesa ha decidido proteger en Aragón al águila perdicera y destinar 30.000 euros a un proyecto de marcaje y seguimiento por satélite de una pareja de esta especie en peligro de extinción. El convenio, firmado ayer con el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno aragonés, pretende "conocer más a fondo los hábitos de estas aves para adoptar con mayor precisión las medidas encaminadas a su conservación", señaló el consejero Alfredo Boné. Aragón se convierte en la única comunidad con un programa regular de marcaje de esta especie.

En la actualidad, en todo el territorio aragonés viven 31 parejas censadas, mientras que en los 90 se contaban 60. En Huesca, por ejemplo, se ha pasado de 12 parejas en los años 80 a dos en el 2007, y en Huesca ha disminuido la población en un 50%.

El águila azor perdicera es una de las aves de presa más escasas y amenazadas de Europa. La población aragonesa aparece como puente entre las más numerosas poblaciones del arco mediterráneo y las cada vez más escasas del interior peninsular.

El nuevo proyecto consiste en instalarle a dos ejemplares adultos una especie de mochila con un sistema GPS con el que, a lo largo de un año, hacerles el seguimiento. Una tecnología cara pero muy rentable en cuanto a resultados.

Y es que gracias a un programa LIFE para el desarrollo del plan de conservación de la especie en la Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA) de la Sierra y Cañones de Guara, se establecieron las bases de lo que debería ser las líneas de actuación en todo el territorio.

No obstante, el plan de marcaje de especies es muy amplio, e incluye al quebrantahuesos, águila real, avutarda, buitres y demás animales. El consejero destacó la importancia de la "implicación personal" de las empresas privadas en la sostenibilidad medioambiental. Y recordó los convenios ya firmados con Nozar para la recuperación del urogallo; con las empresas eléctricas para la protección de las aves, y actuaciones concretas con distintas entidades bancarias, que también colaboran en los centros de recuperación de la red natural.