Tres años ha habido que esperar para que los daños que ocasionó la última gran riada del Ebro en los sótanos de la Torre del Agua se vayan a reparar. Una actuación que tendrá un coste cercano a los 300.000 euros y que asumirá íntegramente la sociedad Expo Zaragoza Empresarial. Subsanará los desperfectos ocasionados con la crecida del 2015 y que afectaron, principalmente, al sistema de extinción de incendios ubicado en la segunda planta del sótano.

Según confirmaron desde Expo Zaragoza Empresarial, está previsto que las obras salgan a licitación «en breve» para que puedan estar finalizadas «el próximo verano». Unos trabajos que no solo consistirán en la reparación de los daños sufridos entonces, sino también en el traslado a la planta superior (sótano -1) de todos aquellos equipos afectados, para que no vuelvan a sufrir lo mismo en futuras avenidas del río.

De momento, la sociedad ya ha solicitado licencia urbanística al ayuntamiento, que el próximo miércoles deberá decidir en la Gerencia de Urbanismo sobre su concesión. En paralelo, se ultiman los pliegos para sacar las obras a concurso público.

En el informe que acompaña a la solicitud de licencia y al proyecto básico de construcción, se explica cómo la riada producida en marzo del 2015 la planta sótano afectada «quedó totalmente cubierta por el agua y resultaron afectados, entre otros, los grupos de presión de las instalaciones contra incendios». Todos ellos serán ahora sustituidos.

REVISIÓN INTEGRAL

Aunque también se señala que, aprovechando esta intervención, se va a proceder analizar de manera detallada el estado del sistema de extinción de toda la torre, revisando su adaptación a la normativa actual, que ha podido cambiar en los últimos diez años, y tomar decisiones sobre posibles reubicaciones en todo el edificio.

Llama la atención cómo se destaca que esta instalación afectada en el sótano inundado por aquella riada de hace tres años se considera «fundamental» para la seguridad del edificio. Por eso su reparación y su traslado a la planta superior. Eso sí, tres años después.

También se va a analizar el «sistema de rociadores y de diluvio, debido a su dimensionado y sobre todo entendiendo que no es necesario», aunque se mantendrá en algunas zonas para dotar a la torre de un plus de seguridad.

Así que la reparación de estos daños sufridos por la riada significará también una puesta a punto global del sistema de extinción de incendios de toda la torre, que este año cumple una década. Además de eliminar algunos aparatos de iluminación que también resultaron dañados en el sótano y poder dejar también espacios diáfanos en toda esa planta.