Cuarenta investigadores de ocho países de la UE se reúnen hoy y mañana en Zaragoza para buscar antibióticos basados en nanopartículas, que constituyan una alternativa para el tratamiento de la tuberculosis o de infecciones causadas por la bacteria Staphylococcus aureus.

El objetivo de esta reunión, organizada por la Universidad de Zaragoza, es buscar terapias más eficaces que las que existen en la actualidad para tratar, mediante nanotecnología, las enfermedades infecciosas causadas por bacterias resistentes a antibióticos, han informado hoy fuentes de la Universidad de Zaragoza, organizadora del encuentro.

El encuentro, que se celebra en el Centro de Investigación Biomédica de Aragón (CIBA), reúne a miembros del consorcio de investigación europeo NAREB (Nanotherapeutics for Antibiotic Resistant Emerging Bacterial pathogens).

Este consorcio, que empezó sus trabajos en febrero de este año y se prolongará durante cuatro años, está coordinado por la profesora Brigitte Gicquel, del Instituto Pasteur de París (Francia), y cuenta con expertos en síntesis y producción de nanopartículas, en tuberculosis, en S. aureus, en formulaciones farmacéuticas, en legislación sanitaria y en desarrollo de antibióticos, entre otros.

Los integrantes proceden tanto de universidades y centros públicos de investigación, como de empresas.

En la reunión de Zaragoza se analizarán los resultados obtenidos desde el inicio del proyecto y se va a planificar el trabajo para los próximos meses.

El consorcio NAREB cuenta con una nutrida participación española, que ha conseguido que la financiación europea que se destina a España alcance los 2,5 millones de euros.

Además de la Universidad de Zaragoza, participan la empresa Nanoimmunotech, con sedes en Vigo y en Zaragoza, y la multinacional GlaxoSmithKline, de Tres Cantos (Madrid).

El aumento de la resistencia a antibióticos hace que las opciones terapéuticas disponibles para la tuberculosis y la Staphylococcus aureus sean muy limitadas.

La Organización Mundial de la Salud ha advertido de que la resistencia bacteriana a los antibióticos es una de las principales amenazas para la salud pública mundial.