Los nuevos fármacos antivirales con acción directa contra la hepatitis C llegan ya a 1.661 aragoneses, después de que en el 2016 se beneficiaran de ellos 401 enfermos más de los 1.260 que obtuvieron el tratamiento en el 2015, según datos oficiales del Departamento de Sanidad. La Administración invirtió en estos medicamentos 16,5 millones de euros, casi 10 menos que en el año anterior debido, según estas mismas fuentes, a la reducción del precio de los tratamientos. «Se negoció de forma centralizada con todas las comunidades que, conforme se van alcanzando tramos, se va bajando el precio del fármaco», explicaron ayer desde el departamento, que asegura que se ha tratado a todos los pacientes --con grado de fibrosis igual o superior a la fase 2-- señalados por los profesionales sanitarios.

Aunque no está claro el número total de afectados por la enfermedad, la Administración calculaba que, en el 2015, en la comunidad había alrededor de 3.000 diagnosticados. Sin embargo, puede haber hasta 22.000 personas con serología positiva (portadores de anticuerpos) de los que realmente infectados estarían el 70% (en torno a 15.700).

MALESTAR

Pero los afectados no acaban de estar satisfechos con la administración de estos nuevos fármacos en la comunidad. De hecho, aseguran que Sanidad está dando pasos «muy lentos» en este sentido, sobre todo en el ámbito rural. «No nos cuadran los números que ofrece el departamento porque tenemos constancia de que los nuevos antivirales no se están dando a todos y hay quien lleva esperando seis meses», aseguró Manuel Urueña, delegado de la plataforma de afectados por la hepatitis C en Aragón.

El colectivo, que admite que el precio de los fármacos sí ha bajado de 25.000 euros por paciente a 15.000, critica que Sanidad no haya puesto en marcha el programa de cribado que el consejero Celaya anunció el año pasado en las Cortes destinado a la población nacida entre 1945 y 1970. «Ni se ha hecho ni hay fecha fijada para comenzar a hacerlo. Dijeron que se iba a acabar con la hepatitis C, que el cribado se ejecutaría en breve y que Huesca y Teruel contarían con fibroscan -técnica ultrasonográfica que sirve para evaluar el grado de fibrosis hepática en el paciente--, pero no han hecho nada de eso. Están engañando a la gente», censuró Urueña, que cree que la solución definitiva «va para largo».

Precisamente, la plataforma estatal de afectados se manifestó ayer a las puertas del Congreso de los Diputados, donde se celebró la comisión de Sanidad y Servicios Sociales. El vicepresidente primero de la plataforma, Damián Caballero, pidió una revisión del plan estratégico del ministerio por estar «obsoleto» y ser «insuficiente» al dejar fuera a algunos enfermos diagnosticados con el virus, los F0 y F1.

Además, criticó que no se den los nuevos fármacos a todos los enfermos por «razones económicas».