En Zaragoza, la quinta ciudad de España con más habitantes, cerca de 450 personas no tienen un hogar donde vivir y de ellas unas 150 duermen cada día en la calle.

No hay un perfil definido, pero al "sinhogarismo" no se llega de "un día para otro", sino tras sufrir varios episodios trágicos en poco tiempo.

Esta es la radiografía que realiza la coordinadora de Centros y Servicios para personas sin hogar, que aglutina a nueve organizaciones sociales, y que, en total, ofrece 162 plazas de alojamiento, más pisos tutelados y viviendas de inserción, ha explicado a EFE uno de sus técnicos, Jose Luis Esteruelas.

Con motivo del Día de las Personas sin Hogar, este 30 de noviembre, la coordinadora quiere sensibilizar a la población sobre la situación en la que viven unas 450 personas que no tienen un hogar donde refugiarse, en Zaragoza.

Los desahucios, las dificultades para acceder a un empleo o las deudas hipotecarias han contribuido a que esta cifra vaya en aumento en los últimos años.

Actualmente, cerca de 300 personas pernoctan en el Albergue Municipal; en el Refugio o en los pisos tutelados de las organizaciones que componen la coordinadora.

A esta cifra, hay que sumar las 150 personas que duermen cada día en la calle, de los cuales el 64 % son inmigrantes, aunque aumentan los nacionales, según datos de Cruz Roja que, el pasado jueves, realizó un recuento para actualizarlos.

La falta de trabajo es la principal causa que les ha llevado a la calle; la mayoría, un 80 %, son parados de larga duración y un 51 % llevan durmiendo al aire libre más de tres años.

Estos son precisamente los que más preocupan a los técnicos de Cruz Roja, los que llevan más tiempo en la calle, porque desprecian cualquier tipo de ayuda y se niegan a acudir a un centro donde dormir bajo techo.

Este rechazo se debe a que son personas que han sufrido una serie de episodios trágicos en poco tiempo, que no han sabido o no han podido afrontar, y han acabado por "tirar la toalla", ha comentado.

Desde la coordinadora de Centros y Servicios, han insistido en que no hay un perfil de persona sin hogar y que no se llega a una situación de 'sinhogarismo' -como ellos lo denominan- de "un día para otro".

"Les ha podido ocurrir que, estando lejos de su familia, se hayan quedado sin trabajo; hayan sufrido la pérdida de un ser querido y les hayan diagnosticado una enfermedad", ha señalado Esteruelas para insistir en que podría suceder a cualquiera.

Muchas de estas personas sufren también adicciones o ludopatías, así como problemas de salud mental, muy frecuentes entre las personas que duermen en la calle, ha señalado la subdirectora de Intervención Social de Cruz Roja, Susana Royo.

Conscientes de esta realidad, las organizaciones que componen la coordinadora y que trabajan "en red" ofrecen no sólo plazas de alojamiento, sino otros recursos, como comedor social, ropero, duchas, atención médica y farmacológica, así como formación y acompañamiento para lograr que superen esa situación.

También disponen de una comunidad terapéutica para adictos al alcohol; un servicio de consignas y 126 plazas de centro de día.