Las cifras hablan por sí solas y evidencian la realidad. El 59,20% de las familias que solicitó en el Ayuntamiento de Zaragoza una ayuda urgente en el 2016, tuvo que volver a hacerlo el año pasado. Este dato indica que los casos de pobreza «se han cronificado». La capital aragonesa no es un caso aislado, sino que se trata de un problema a gran escala. Así lo refleja el último informe de Intermón Oxfam que concluye que España es el tercer país de Europa con mayor desigualdad.

La concejala de Derechos Sociales, Luisa Broto, se refirió ayer a este informe durante el balance que hizo sobre el número de ayudas urgentes concedidas por el consistorio durante el 2017 en la comisión de su área y a petición de PSOE y CHA. En total, se registraron 34.682 solicitudes, un 3,15% menos que en el 2016, de las que se concedieron 31.567.

Broto recalcó que las instituciones públicas se enfrentan a un gran problema: la cronificación de la pobreza. Los hogares se ven abocados a solicitar anualmente estas mismas ayudas para poder hacer frente a pagos esenciales. A lo largo del pasado ejercicio, 11.028 familias recibieron el apoyo económico del consistorio, frente a las 10.892 del 2016. Esto supone un incremento del 1,25%.

MÁS DE CUATRO

Para la concejala, que casi el 60% de las mismas hayan renovado las subvenciones denota que no logran salir adelante sin el apoyo municipal. Aunque la media de subvenciones está en 2,86 por hogar, «el 18,93% de las familias solicitaron más de cuatro a lo largo del año», puntualizó la concejala. Un detalle que, también, evidencia el estancamiento de la pobreza.

En el 2017 se gestionaron 2.088 expedientes que superaban las cuatro ayudas (18,93%). Sin embargo, la cifra es ligeramente inferior al 2016, cuando fueron 2.177, un 19.99%.

El ayuntamiento destinó el año pasado 8,9 millones para ayudas urgentes, un 1,58% más que en el 2016. Las referidas a alimentación fueron, un año más, las más demandadas. Suponen el 51,58% del total de las solicitudes.

Las ayudas para el pago de la cesta de la compra aumentaron un 1,80% respecto al ejercicio anterior. El importe medio se sitúa en 231,40 euros, un 1,53% menos que en el curso previo.

El pago del alquiler se presenta como la segunda de las necesidades más demandadas, aunque las peticiones descendieran en el 2017 respecto al 2016 un 9,35%. Representan el 15,33% la media económica es de 492,16 euros, un 3,23% más que en el 2016.

Le siguen las ayudas destinadas al pago de la electricidad con un 9,96% de las totales. También en este caso disminuyeron, un 15,01% de un año a otro. De media, el consistorio abona 148,07 euros.

Para el pago del comedor escolar, el ayuntamiento concedió ayudas por un importe medio de 374,09 euros, un 11,99% más que en el 2016. En total se concedieron 1.212 en un año en el que aumentaron las peticiones un 5,57%.

Broto aseguró que estos datos reflejan que «es importante seguir trabajando para paliar la desigualdad» que sigue azotando las calles.