El Departamento de Sanidad alertó ayer del incremento del policonsumo de fármacos en la comunidad, donde más de 80.500 aragoneses mayores de 75 años (un 60%) toma más de cinco al día. Esto coloca a la comunidad como la tercera de España con mayor porcentaje de uso en esta edad.

Por otro lado, el 54% de aragoneses —de todas las edades— tiene al menos un medicamento prescrito. Los datos «preocupan» y la consejería ha puesto en marcha una campaña para sensibilizar a la población sobre el uso adecuado de fármacos y concienciar sobre la importancia de los estilos de vida saludables como alternativa a la medicación. «Previenen enfermedades y mejoran la salud, pero también pueden producir efectos adversos. Hay que tomar solo aquellos donde su beneficio es superior al riesgo», explicó ayer la responsable de Estrategias de la dirección de Asistencia Sanitaria, María Bestué.

Según las cifras de Atención Primaria, el 43% de los aragoneses sufre dos o más enfermedades crónicas, donde el 20% de las consultas se requieren por tres afecciones: colesterol, hipertensión y dolores músculo esqueléticos. A todo ellos se suma que el 27,3% de los adultos fuma habitualmente (32,4% hombres) y el 45% de los adultos no realiza ejercicio físico, un porcentaje que se eleva al 50% en mujeres. «Tenemos que ser críticos desde las Administraciones Públicas de que no todo se soluciona con fármacos. Una combinación de ellos provoca daños potenciales», añadió Bestué.

Entre los más consumidos en Aragón están los protectores gástricos como el Omeprazol (14% de los aragoneses) y los medicamentos para el colesterol. En este último caso, el 13% los toma a diario, pero en hasta el 30% de los pacientes producen dolores musculares. También el uso de opiáceos en el tratamiento del dolor ha aumentado notablemente (aproximadamente un 84% entre 2008 y 2015 en España. «Son eficaces para personas con cáncer y dolor agudo, pero en el dolor crónico su eficacia está discutida. El incremento ha pasado a ser un problema de salud pública preocupante, porque su utilización de forma continuada conlleva un alto riesgo de abuso y adicción», dijo la responsable.

GRUPOS DE TRABAJO

En este sentido, la coordinadora de la Estrategia de Uso Racional del Medicamento, Ana Bandrés, explicó que existe un plan para abordar la adecuación del uso opiáceos. «Hay formación dirigida a pacientes y un grupo de trabajo con profesionales para el determinar el tratamientos», añadió.

Por otro lado, la puesta en marcha de diferentes programas para la revisión de fármacos ha permitido retirar a casi 6.000 pacientes de Aragón, entre enero del 2017 y 2018, medicamentos de uso inadecuado en su día a día.

El proceso para hacer este control parte de los sanitarios, que tienen unos sistemas de información de cada paciente, donde pueden ver su historial, que les detalla el consumo. «El médico o el especialista va citando a las personas que atiende y que toman muchos medicamentos para estudiar su caso y ver como optimizar su consumo. También cuentan con la colaboración del servicio de enfermería», dijo Bandrés.

La campaña de la DGA incluye cartelería con eslóganes como Evita medicar tu vida o La vida es más que pastillas para sensibilizar a la población y también un video donde se incide en el ejercicio físico y una alimentación sana.