Los colegios públicos aragoneses comienzan esta semana la jornada partida -tras el periodo de jornada continua que se produce todos los años a comienzo de curso-, mientras que 79 de ellos estrenan proyectos de tiempos escolares en los que el horario será continuado.

Esta medida facilita a los centros modelos flexibles que permitan vencer la rigidez de los horarios actuales y promuevan la implantación de proyectos de innovación en las aulas y un cambio metodológico, informa el Ejecutivo aragonés.

Estos cambios horarios no van a suponer en ningún caso un perjuicio para la organización familiar, puesto que los centros tienen la obligación de mantener el mismo horario que tenían hasta ahora, por lo que seguirán abriendo y cerrando a la misma hora, pero tendrán una distribución distinta de sus clases.

Los alumnos estarán en todo el periodo lectivo atendidos por profesores y no supondrá ningún coste ni para las familias ni para la Administración, apunta la citada nota.

Como ocurría hasta ahora, al acabar el horario del colegio (que varía según el centro entre las 16:00 y las 17:00 horas) será cuando empiecen las actividades extraescolares, que son aquellas realizadas cuando terminan clases, suelen estar organizadas por AMPAS o empresas y conllevan un coste para las familias.

Estas actividades son distintas a las que se realizan por la tarde en los proyectos de tiempos escolares flexibles que son gratuitas y cuentan con la presencia de profesorado del centro hasta la hora de salida.

Los proyectos implantados son muy diversos: los centros se decantan mayoritariamente por la competencia oral y la gestión de las emociones, si bien casi todos añaden contenidos de compromiso social y todos se proponen el uso de las tecnologías del aprendizaje y el conocimiento (TAC).

Algunos apuestan por proyectos de innovación ligados al ajedrez, a las TIC, a la lengua extranjera, etc. Hay centros que ya venían desarrollando acciones innovadoras y ahora han aprovechado para implementarlas y ampliarlas en un proyecto más ambicioso.

El Departamento de Educación hará un seguimiento para evaluar los proyectos de tiempos escolares implantados a través de la Inspección Educativa.

Además, los centros deben constituir una comisión en la que participen representantes del claustro, AMPA, personal no docente del centro y personal contratado para la vigilancia y atención del alumnado del servicio de comedor si el centro lo ofertara.

Esta comisión elaborará a final de cada curso un informe que recoja una evaluación cualitativa y cuantitativa sobre el funcionamiento y resultados del proyecto implantado.

Educación podrá revocar la autorización concedida a los centros si detecta incumplimiento reiterado de la normativa vigente, no implantación de las sugerencias de mejora recibidas o el centro deja de cumplir los requisitos que garantizan la continuidad del proyecto.