La magistrada del Juzgado de lo Penal número 5 de Zaragoza ha absuelto a la exalcaldesa de Litago Rosa María Millán (PP) y a la exsecretaria Ana Carmen Chueca de los delitos de prevaricación y de usurpación de funciones públicas por los que se enfrentaban a condenas de hasta tres años de cárcel y diez de inhabilitación. Ejercían la acusación, además del fiscal --no pedía prisión pero sí la nulidad de los actos administrativos en los que hubiera participado la segunda--, el actual alcalde, Pedro José Herrero (PSOE), y el propio consistorio.

La sentencia declara probado que durante los ocho años que Millán fue alcaldesa (1995-2003), Chueca ocupó la plaza de secretaria-interventora para la que había sido contratada por el antecesor de Millán. Es licenciada en derecho, aunque carece de la habilitación para ocupar ese puesto. No obstante, el contrato establecía que quedaría rescindido en cuanto fuera designado para la plaza un funcionario. Cesó tras enviar dos requerimientos el Gobierno de Aragón para que el ayuntamiento regularizara ese cargo, aunque mientras lo ocupó Chueca nadie fue nombrado para ocuparlo. De hecho, la plaza de secretario de Litago, Lituénigo, Trasmoz y El Buste quedó desierta en todos los concursos desde 1995.

La jueza considera que la prevaricación imputada a Millán por contratar a Chueca estaría prescrita. Aunque añade que el hecho de que no contestara a los requerimientos de la Administración sobre el tema no resulta delictivo. De hecho, la DGA ni siquiera inició un pleito por la vía contenciosa para modificar la situación.

Su abogado defensor, Javier Osés, destacó la calidad de la sentencia y se mostró convencido de que, al margen de la prescripción, su cliente no prevaricó.

Tampoco resulta delictiva la conducta de la exsecretaria, ya que era relativamente frecuente --y aun hoy se dan casos-- que los ayuntamientos cubrieran la plaza de secretario-interventor como hizo Litago. Hubo una "actuación administrativa irregular" en su contratación. Pero nada más.