La jueza ha absuelto al joven antifascista juzgado por la presunta agresión a un dirigente del partido de ultraderecha Movimiento Social Republicano (MSR), en los disturbios ocurrido en Las Fuentes en febrero del 2015. La magistrada ha concluído que, ante las versiones contrapuestas de la acusación y la defensa (ambos aportaron un testigo cada uno), no hay otra prueba que pueda sostener la condena, y opta por aplicar el principio in dubio pro reo (en caso de duda, a favor del reo) y por tanto absolverle. La Fiscalía pedía para él dos años de prisión por lesiones y la acusación particular hasta cinco, al añadirle un delito de odio.

El joven expuso durante la vista, celebrada el pasado 10 de julio en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza, que la noche de los disturbios, originados tras un concierto de música RAC (Rock contra el comunismo), él estaba en la sede del Partido Comunista de España (PCE) en Aragón, siguiendo las primarias de Zaragoza en Común. Así lo corroboró la secretaria de Organización del partido, como testigo de la defensa.

En su contra estaba el dirigente del MSR agredido, que afirmó que reconoció al joven fotográficamente ante la policía días más tarde de la agresión porque sufría «estrés postraumático». Pero tanto él como un amigo que ejerció de testigo afirmaron reconocer al joven como quien le rompió los huesos propios de la nariz de un varazo. El testigo afirmó que se le bajó la braga de la cara durante la agresión y así pudo verle el rostro.

Ante tal disparidad, y sin más pruebas que el propio parte de lesiones, la jueza no ve posibilidad de condenar al joven, a falta de lo que dictaminen los jueces de instancia ante el previsible recurso de la acusación particular.

Ayer, el Partido Comunista de España y la Unión de Juventudes Comunistas de España en Aragón se felicitaron por el fallo a través de un comunicado, y confiaron en que sirva de precedente para el juicio a los otros 10 de Zaragoza, como se conoce al colectivo de los arrestados en los disturbios.

OTRO JUICIO / Estos serán juzgados en octubre, por las presuntas agresiones a la Policía Nacional que protagonizaron tras el concierto nazi. La protesta por la celebración de este degeneró en un altercado en el que lanzaron patadas con clavos y agredieron con objetos contundentes a los antidisturbios, según denunciaron estos. Por estos hechos, los detenidos afrontan pensas de entre 10 y 12 años de cárcel.

«La sentencia de absolución a nuestro camarada debe dar fuerzas al movimiento antifascista para afrontar la segunda fase del juicio, pues demuestra que la solidaridad y la unidad entre las que luchan contra el racismo, el fascismo y la xenofobia es el único camino», opina el PCE.