Acciona, que es responsable mayoritaria de la única autopista aragonesa, todavía no ha respondido a la petición del Gobierno autónomo de que habilite un paso alternativo para evitar las pérdidas que se están produciendo desde que la vía se cortó por los graves daños que sufrió en la pasada riada. El problema es que la unión temporal de empresas que construyó y explota la autopista se halla en concurso de acreedores, por la que la solución pasa por la vía judicial. El cierre al tráfico de la ARA-A-1, como se denomina oficialmente, ha generado un fuerte incremento del tráfico en la A-68, en el tramo entre El Burgo de Ebro y Zaragoza. Además, ha supuesto un paso más intenso de vehículos por el cuarto cinturón, que sirve de paso alternativo.