Un hombre de 43 años y nacionalidad colombiana, Armando Betancourt Valencia, aceptó recientemente una condena de cuatro años y medio de cárcel y 100.000 euros de multa por tráfico de drogas, que deberá abonar antes de que su pena sea sustituida por la expulsión a su país de origen, desde donde no podrá regresar a España en 10 años, según las condiciones que pactó su letrado.

Betancourt, con antecedentes penales por el mismo delito, fue interceptado en un control preventivo de la Guardia Civil, en un peaje de la autopista AP-2 en la provincia de Zaragoza. El hombre viajaba desde Cambrils --residía en Tarragona-- a Zaragoza en un autobús de línea.

Los agentes del instituto armado establecieron el control durante la madrugada del 11 de noviembre del año pasado, concretamente a la 1.30 horas, según recogen los hechos probados de la sentencia. Al registrar el autobús sorprendieron al hombre con 2.170 euros en efectivo encima, dos teléfonos móviles y los 780,84 gramos de cocaína, con una pureza notable, de casi el 65%. La droga hubiese tenido un valor estimado en el mercado negro de 70.585 euros, que sirvió de base para calcular la multa impuesta al traficante confeso.

La clave para su registro fue al parecer la actitud nerviosa de Betancourt, que llevó a los agentes a registrar su bandolera, donde llevaba los citados efectos decomisados. El colombiano fue detenido y enviado a prisión provisional, hasta que llegó a juicio a la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza. En prisión seguirá hasta que pague la multa y sea devuelto a su país natal.