Nunca hay que bajar la guardia, pero las continuas detenciones de carteristas en el transporte público de la capital aragonesa les han asfixiado de tal forma que la actividad de los mismos ha llegado a disminuirse un 80%. En el Subgrupo de Hurtos de la Jefatura Superior de la Policía en Aragón no quieren dar por erradicada esta actividad delincuencial, pero sí reconocen estar satisfechos.

El subinspector encargado de este tipo de investigaciones, Marco Pérez, resalta que «aunque actualmente la situación sea mucho mejor de, por ejemplo, los 30 carteristas casi diarios del año 2008, todavía se producen arrestos de este tipo». En estos dos últimos meses se han detenido a dos personas por estos hechos, resaltando uno de ellos por «su presencia años atrás en Zaragoza, donde se le llegó a arrestar más de una veintena de veces». «Esta última vez llegó a reprocharnos que siempre lo atrapábamos», comenta satisfecho este mando policial, quien destaca que «tenía intención de asentarse nuevamente en la ciudad».

PRESIÓN / Cuando un ciudadano interpone una denuncia por el robo de una cartera o un teléfono móvil en el interior del bus urbano o en el tranvía saltan las alarmas en el Subgrupo de Hurtos. Inmediatamente, estos agentes especializados trazan un plan para localizar, detener y, finalmente, desplazar forzosamente al delincuente ante la presión policial que siente.

El subinspector Pérez valora el sistema de videovigilancia instalado en el tranvía. «Esas cámaras recogen todos los movimientos, a uno de los últimos detenidos se le pudo ver cómo aprovechó un momento de hora punta para robar a una señora. Un movimiento que desde el inicio hasta el final quedó grabado», asevera. No obstante, resalta que este tipo de investigaciones no son tan rápidas, ya que hay seguimientos para determinar los horarios que utilizan, así como para conocer la vivienda en la que se establecen de forma temporal. Y es que la mayoría de las bandas de carteristas que han actuado en la capital aragonesa años atrás procedían de ciudades como Valladolid o Bilbao. Lo que no ha cambiado en el modus operandi de este tipo de delincuente es el momento de actuación: hora punta y con grandes aglomeraciones; y las persona objetivo, siempre de avanzada edad.

La Policía Nacional también advierte que no solo los carteristas actúan en el transporte público, sino también en las calles e incluso en los supermercados. Un lugar habitual de actuación de estos ladrones es la zona de verdulería y frutería donde el consumidor tiene por un momento sus pertenencias fuera de la vista, mientras se coloca el guante o va a recoger la bolsa de plástico.

NO ES CARIÑO / El Subgrupo de Hurtos alerta de otra práctica que en la actualidad se ha observado tanto en Zaragoza como en Huesca: el timo del abrazo. Personas que simulan conocer a su víctima, intentan abrazarle y en ese momento le roban una cadena de oro, el reloj o la cartera. En los últimos días cuatro personas han sido detenidas por este motivo. En este caso el patrón de víctima no existe. Una de ellas fue, por ejemplo, un abogado en la misma puerta del Tribunal Superior de Justicia de Aragón.

Este tipo de delincuente no suele ser violento con sus víctimas, aunque sí con la Policía, como demostraron dos ladrones que al verse acorralados en una carretera de Huesca no dudaron en embestir al coche en el que iban los agentes de paisano. Habían sido detectados en el centro de la capital aragonesa.