Zaragoza se ha despedido esta mañana del último de los arcos del entorno de las murallas. Ha sido alrededor de las 12:30 de la mañana cuando el arco de César Augusto se derrumbaba ante la expectación de varios vecinos zaragozanos. División de opiniones ya que algunos de ellos defienden la renovación de todo el entorno, que asciende a 700.000 euros, mientras que otros han mostrado su rechazo a la reforma que comenzó el pasado mes de marzo con la retirada de los otros tres arcos.

Los cuatro arcos simbolizaban las cuatro culturas que han protagonizado la historia de Zaragoza y eran parte de la obra Alegoría de la Puerta de la Paz, realizada por el arquitecto Juan Martín Tenor. Todavía no está terminada la reforma del entorno de las murallas puesto que tras la eliminación de los arcos el siguiente paso será desplazar la estatua de César Augusto que elevará su altura hasta los 1,5 metros. Otro de los cambios será la conversión de la popular rana en una fuente de agua potable además de potenciar la iluminación en la zona.