Villanueva de Sijena apareció en todos los informativos no hace mucho con motivo de la devolución de los bienes eclesiásticos procedentes del museo de Lérida. Este municipio oscense, de apenas medio millar de habitantes, desbordaba alegría por los cuatro costados tras una demora que se había prolongado durante demasiados años. Sin embargo, no todo son buenas noticias en Villanueva de Sijena. Si nada lo evita, su escuela cerrará en septiembre debido a la escasez de niños pero, sobre todo, a que algunas familias prefieren escolarizar a sus hijos en otros sitios.

Villanueva de Sijena llegó a ser, a mediados de los 90, el municipio con mayor número de niños por habitante de toda la provincia de Huesca. Ahora, justo después de que, el año pasado, abriera la escuela infantil, el colegio agoniza. «La escuela no ha cerrado nunca y no lo haría si los alumnos cuyos padres los llevan fuera optaran por traerlos al pueblo», lamenta el alcalde Alfonso Salillas.

Y eso que el ayuntamiento se hace cargo de «todo el material escolar que haga falta». La medida, destinada a incentivar la escolarización en el pueblo, también se aplica en la guardería. «Nos hacemos cargo del 50% de lo que cuesta el servicio cada mes a los padres, y para el próximo curso vamos a pagarlo todo», afirma Salillas.

Al instituto

Dos de los tres niños que estudian actualmente en la escuela Miguel Servet pasarán al instituto en septiembre, con lo que solo quedará uno. En la escuela infantil, por su parte, dos de los tres niños son todavía pequeños y todavía les quedan dos años antes de empezar el primer ciclo de Infantil. «Por supuesto que la situación es preocupante», admite el alcalde, que lamenta que algunas familias hayan optado por llevar a sus hijos a otras escuelas. «Creo que debería obligarse a los que reciben una subvención como la Política Agraria Común (PAC) a que contribuyeran con el pueblo y que sus hijos fueran a esa escuela, lo que redundaría en beneficio de todos», opina Salillas.

Porque el alcalde sostiene que «cuando se cierra una escuela en un pueblo estamos ante una situación muy grave ya que estamos hablando de la referencia del futuro. Si estos chicos se marchan a otro pueblo quitas el arraigo y las raíces y, cuando eso pasa, veo muy difícil que un municipio no se despueble. Todos tenemos que contribuir».

Trabajo

El lamento del alcalde alcanza de lleno a la Administración, a la que exige «medidas» para evitar este tipo de situaciones. «La DGA debería pensar en dar trabajo o adoptar cualquier otra decisión destinada a atraer a las familias. Porque, si no hay incentivos, no vienen», sostiene. En su opinión, la comunidad precisa «una mejor distribución de la riqueza», algo que sí sucede, por ejemplo, en autonomías vecinas como Navarra. «Se necesita potencia eléctrica en todos los pueblos porque, si no la hay, no se puede fabricar lo que sea y la industria opta por instalarse en otros sitios. En Navarra se ha llevado potencia a todo el medio rural y todos los pueblos disponen de ella».

Villanueva de Sijena es el municipio oscense que mantiene abierta la escuela con menos alumnos, pero la ratio establecida por la Administración beneficia este curso también a los centros de Gistaín y Jasa, donde se imparte clase a media docena de alumnos en cada caso o en Saravillo, Estada, Sesa y Tolva, que cuentan con cinco niños.