Elisabeth M. L. aceptó ante la Audiencia Provincial de Zaragoza una condena de un año de prisión por haber estafado a la que fuera su compañera de piso, dejándole sin pagar una abultada factura de móvil, y hacerse pasar por ella para conseguir un terminal nuevo de su compañía. Además de los seis meses por cada delito (de falsedad documental y estafa), deberá devolver el dinero que no pagó (más de 1.100 euros) y pagar una multa de otros 540 euros.

Los hechos que admitió la condenada se remontan a noviembre del 2012, cuando la víctima contrató una línea de telefonía con un compromiso de permanencia de dos años. En octubre del 2013 le cedió el teléfono a su compañera de piso y trabajo, la condenada, en la localidad navarra de San Adrián. Esta le iba pagando las facturas del teléfono, pero cuando en el 2014 la propietaria se fue a vivir a Zaragoza, dejó de abonarlas.

Además, mientras aún vivían juntas, Elisabeth M. L. se hizo pasar por ella para susbribir un contrato de fidelización con la compañía telefónica, con lo que obtuvo un nuevo terminal más moderno. Y cuando lo recibió, firmó de nuevo haciéndose pasar por la otra mujer, por lo que incurrió en el delito de falsedad documental. Entre septiembre y noviembre del 2015 generó facturas por 1.345 euros, también llamando a teléfonos de tarificación adicional, además de otras cantidades, parte de las cuales ha podido recuperar.