El administrador de una comunidad de bienes familiar, que integraban su madre, su tía y sus primos, entre otros, admitió ayer en la Audiencia Provincial de Zaragoza que se llegó a quedar 113.000 euros del fondo común, cuando tenía poder sobre él, entre el 2004 y el 2013. Tras devolver el dinero y tras el acuerdo alcanzado por su letrado, José Luis Melguizo, aceptó 6 meses de cárcel y multa de 270 euros.