David Molinero Royo admitió ayer ante la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza que se aprovechó de su amistad con una discapactidado intelectual para estafar a otro disminuido psíquico, al que logró timar 720 euros en pequeños pagos con la excusa de buscarle novia. El estafador confeso, que afrontaba una pena inicial de cuatro años de prisión, saldó su delito con la aceptación de un año de cárcel y una multa de 720 euros, además de la devolución del dinero, tras el acuerdo alcanzado por su abogada.

Según el relato que admitió el condenado, el hombre conoció a la víctima, con una minusvalía psíquica del 33%, en un gimnasio de la zaragozana Vía Univérsitas del que ambos eran clientes. «Carente de todo escrúpulo», según valoró la Fiscalía, aprovechó su condición para convencerle de «buscarle novia».

Pero para ello tenía que darle algo de dinero, le explicó, para pagarle tarjetas telefónicas a la chica, ya que no tenía teléfono. Con esta excusa y otras variantes le fue dando pequeñas cantidades de dinero u objetos (como un ordenador de segunda mano por valor de 100 euros) hasta amasar los 720 euros.

Para borrar sus pistas, el hombre se aprovechó de su amistad con otra disminuida psíquica, con una afección del 66% que le hace estar tutelada por su madre, para abrir una cuenta corriente a su nombre (pero con la dirección del estafador) e ingresar en ella el dinero obtenido.