El cocinero Ferrán Adrià, considerado uno de los mejores del mundo, apuesta por combatir la crisis comiendo más en casa y asegura que por dos euros por persona se puede comer bien cada día.

Adrià, que hoy participa en el Congreso "Lo Mejor de la Gastronomía" en San Sebastián, afirma que se puede hacer, y que, de hecho, todo el equipo de "elBulli" come cada día un menú totalmente tradicional, de cuchara, cuyo coste está valorado en un euro y medio por persona.

Además, Adrià indica que el gran reto de los cocineros debe ser motivar a la gente a conseguirlo, pero descarta tomar él ese papel, ya que "hay muchos profesionales que saben hacerlo mucho mejor que yo".

El chef catalán teme sin embargo que, si la crisis dura mucho, la gente pueda empezar a prescindir de los restaurantes, por lo que apuesta por que se coma en casa tres días, para luego poder ir otro a comer bien a un sitio.

Cree que la situación puede ser muy delicada para muchos restaurantes y que, por ello, la crisis impulsará la informalidad en la hostelería.

Apunta que sentarse a una mesa, con mantel y servicio, es muy caro y que, por ello, el mundo del pincho y de la barra se prodigarán aún más.

Reconoce que la alta cocina se ve en muchas ocasiones como una frivolidad, pero recuerda que son muchos los puestos de trabajo que genera. Adrià, que ha concluido recientemente una gira mundial y ha llenado, en Japón o el Reino Unido, teatros con 2.500 personas a las que ha explicado la revolución culinaria surgida de su restaurante, dice que dejará paulatinamente la mayoría de sus negocios paralelos a "elBulli" para centrarse en la labor de divulgación de este restaurante y en otros proyectos culturales que le motivan.

Resalta que en todo el mundo la cocina española es admirada y que, por ello, sólo ha sentido "desconcierto" cuando ha conocido que un año más la guía Michelin no ha dado su espaldarazo a esta nueva tendencia.

"En España tendrían que existir cinco restaurantes de tres estrellas y, al menos, unos quince con dos estrellas", afirma el chef, quien considera una "injusticia" la pérdida de una por parte del restaurante "Zuberoa" de Hilario Arbelaitz.