Ni siquiera los 10 millones de euros donados por el propietario de Inditex, Amancio Ortega, sirven para que el Departamento de Sanidad altere su negativa a instaurar el servicio de radioterapia oncológica en Huesca y Teruel. Los enfermos de estas dos provincias deben desplazarse a otros lugares -principalmente Zaragoza, Lérida o Valencia- para recibir este tratamiento y los enfermos reclaman un cambio de planes de la Administración. «Ahora sacan a concurso unos aceleradores con el dinero procedente de la Fundación Amancio Ortega pero los destinan a Zaragoza. El 60% de los enfermos de cáncer recibe radioterapia y los de Huesca y Teruel deben hacer frente diariamente a desplazamientos largos cuando desde la Asociación Española de Oncología Radioterápica se está diciendo que es viable», lamentó Patxi García, gerente de la Asociación Española contra el Cáncer en Aragón.

Los afectados ponen como ejemplo el servicio implantado en Tortosa, donde se ha dispuesto un acelerador dependiente del hospital de Reus. «Es lo que se conoce como acelerador satélite. No requiere tanta inversión al no ser tan sofisticado y la mayoría de los pacientes se podrían tratar. Aquí podría hacerse algo similar y que esos aparatos dependieran de Zaragoza», añadió García.

El colectivo subraya que esos desplazamientos diarios suponen para los pacientes «un coste emocional y económico». «Seguiremos insistiendo para que, al menos, se estudie porque es viable. No puede ser que haya ciudadanos de primera y de segunda en función de su lugar de residencia».

Sin embargo, Sanidad recalca que «no hay población suficiente ni tratamientos para que se pueda dar un servicio eficiente y garantizando la calidad a los pacientes».