Un encierro ha sido el símbolo elegido por el Colegio Profesional de Trabajadores Sociales para mostrar su desacuerdo respecto a la gestión actual y a la reforma del Ingreso Aragonés de Inserción (IAI). Ayer por la tarde 12 personas se encerraron en la sede del colegio profesional, en Conde Aranda, y ya desde por la mañana se organizó un café-tertulia con ciudadanos que han sido rechazados para recibir esta prestación. A lo largo del día pasaron más de 100 personas para mostrar su apoyo a los damnificados.

Junto a Cáritas Zaragoza, el Espacio de Información, Promoción y Defensa de los Derechos Sociales y la Plataforma de Trabajadores Sociales del Ayuntamiento de Zaragoza, el Colegio Profesional de Trabajadores Sociales de Aragón intentó visibilizar los problemas de aquellas personas en riesgo de exclusión que no reciben en la actualidad el IAI o de aquellas que quedarán excluidos cuando se apruebe la reforma de la ley.

La principal denuncia por parte de estos colectivos es la falta de cercanía a los ciudadanos desde las administraciones que "deberían hacerse cargo de estas ayudas". Javier Escartín, presidente de este colegio profesional, incidió en que, con este encierro, pretenden "poner negro sobre blanco" y mostrar rotundamente su desacuerdo con la gestión que el Gobierno de Aragón está llevando a cabo respecto al IAI. Recordó que se han tenido en cuenta muy pocas alegaciones a la reforma de la ley, sobre todo aquellos que "dejan al descubierto a determinados perfiles", como es el caso de algunos que se dieron cita en la tertulia de ayer.

PERFILES EXCLUIDOS Con la reforma, los menores de 25 años dejarán de percibir esta prestación --antes se permitía a partir de los 18-- a no ser que tengan a su cargo menores o discapacitados, procedan de instituciones de tutela a menores o sean huérfanos de padre y madre. Los mayores de 65 años tampoco tendrán derecho a recibirla, a no ser que no perciban pensión no contributiva. También se quedan fuera las personas en formación y aquellas personas que no demuestren una minusvalía de, al menos, un 65%.

Escartín criticó que "año tras año" la dotación presupuestaria para el IAI es "muy escasa" y que no quede "blindada" lo que les hace estar en continua situación de "alerta". Además, el colectivo pide un aumento de los recursos humanos destinados a la gestión actual del subsidio. "Es un cuello de botella muy grande que no ayuda a aligerar los expedientes, por eso no se reduce la demora", criticó.

El encierro durará hasta las 11.30 de hoy y aunque poco más de una docena de personas hizo noche en la sede de Conde Aranda fueron muchos los que se acercaron para mostrar su apoyo a los perjudicados.