Las discrepancias internas en el seno de Ciudadanos han llegado a la justicia ordinaria. El grupo de 35 críticos a los que la formación naranja sometió a un expediente de información por participar en un grupo de WhatsApp en el que supuestamente se escribieron insultos contra los dirigentes del partido en Aragón ha decidido presentar una denuncia ante los tribunales "por la difusión ilegal de tales conversaciones".

Los afectados consideran que los hechos "podrían constituir un presunto delito de descubrimiento y revelación de secretos" al entender que en los documentos del expediente el partido incurre en una posible "intercepción y difusión no autorizada" de las conversaciones, según el escrito de denuncia al que ha tenido acceso este diario. Además, acusan a Ciudadanos de un presunto delito "de falsedad en documento privado" al entender que las pruebas que se incluyen en el proceso disciplinario "están claramente alteradas".

Los denunciantes consideran que se ha llevado a cabo "un apoderamiento consciente y voluntario" de unos mensajes personales vertidos en un chat privado sin que ninguno de los participantes hubiera dado "consentimiento para ello". Entienden que el grupo político ha procedido "con la finalidad de difundir opiniones privadas" para usarlas como "perjuicio" para los afectados, que por el momento se ha concretado en los expedientes disciplinarias y la suspensión cautelar de su militancia.

Este grupo de críticos explica que los denunciantes en un primer momento ya se creó un grupo de chat "espontáneamente" durante su asistencia a un determinado acto del partido en Aragón, como punto de encuentro común para comentar cuestiones internas "al entender que se estaban produciendo ciertas irregularidades en determinados ámbitos del partido". Además alegan que poco tiempo después presentaron un escrito ante la comisión de garantías en la sede central de Barcelona, informando de las mismas, "con el interés de que se investigara y se resolviera si eran tales".

La apertura de un grupo privado de WhatsApp llegó poco después y según indican, su existencia únicamente duró unas horas. Su objetivo era "luchar por la democracia interna del partido y por la limpieza de los procesos electorales internos". En la denuncia presentada ayer indican que el pasado mes de enero los denunciantes recibieron la comunicación de apertura de un expediente disciplinario "que se apoya documentalmente en capturas de pantalla de las conversaciones hechas en ese foro denominado El club de la lucha", algo que consideran irregular porque ninguno de los participantes "autorizó la difusión de tales conversaciones ni la cesión de las mismas".

El partido inició las gestiones disciplinarias al entender que en el grupo de discusión se habían vertido graves insultos contra la cúpula de la formación.