El constructor soriano y exmáximo accionista del Real Zaragoza Agapito Iglesias está más cerca de volver a sentarse en el banquillo por el último caso investigado en relación con sus obras en la plataforma logística Plaza. La Audiencia Provincial de Zaragoza ha desestimado el recurso que presentó contra su procesamiento por el caso Aulario, por la presunta presentación de una factura de 2 millones de euros por trabajos ficticios.

Según reflejó el juez Rafael Lasala en su auto de procesamiento, Agapito Iglesias presentó, en un procedimiento civil por la construcción de unas parcelas (PC-1 y PC-10) una factura falsa para justificar una serie de cobros. Iglesias fue juzgado y absuelto por estas obras por vía civil, y antes habían quedado archivadas en la penal. Pero luego se descubrió la posible factura falsa en la documentación.

El documento incluía trabajos que, según varios informes periciales, no eran necesarios porque «la parcela ya estaba limpia cuando fue entregada al empresario». Además, «la excavación a cielo abierto ni era necesaria ni estaba estipulada en el proyecto», y «no hubo traslado de sedimentos a ninguna instalación». Y un trabajador de Codesport ratificó durante la instrucción que los trabajos eran falsos en su mayor parte. Tenían un coste estimado de 22.543,98 euros, no 2 millones.

Iglesias ya fue condenado a 4 años por el caso pagarés, que está pendiente de resolución en el Tribunal Supremo.