Aunque muchos hayan pensado en algún momento este verano que las temperaturas tocaban techo, oficialmente no será hasta hoy, primer día de agosto, cuando dé inicio la primera ola de calor de este 2018, con máximas que superarán los 40 grados y mínimas por encima de los 20, que en Aragón afectarán particularmente al valle del Ebro. La canícula, que lleva afectando a muchos países europeos desde hace días, es consecuencia de las condiciones de estabilidad atmosférica, combinada con una fuerte insolación y con la entrada de aire cálido de origen africano procedente del sur por la mitad occidental peninsular, y durará al menos hasta el domingo.

Según el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, esta situación se traducirá en temperaturas muy altas «tanto de día como de noche», que superarán los 40º centígrados en buena parte del suroeste y zona centro de la península. Por este motivo, la Aemet ha emitido un aviso especial por ola de calor en gran parte de España, con un grado de probabilidad «muy alto» (de más del 80%) que se prolongará hasta el domingo, y probablemente dure más.

En concreto, en la meseta norte y en el interior sur de Galicia se superarán los 36 grados en amplias zonas a partir de mañana, pudiéndose alcanzar ocasionalmente los 39 y los 40º en gran parte del territorio. El viernes y el sábado no será extraño que se alcancen o superen los 35 grados, afectando a zonas donde son «poco habituales estas temperaturas», como el Cantábrico y el litoral catalán.

NOCHES TROPICALES

Las temperaturas mínimas serán también significativamente altas en amplias zonas, sobre todo en el cuadrante suroeste, donde podrían no bajar de los 25 grados mañana. Eso dará lugar, según los meteorólogos, a las denominadas noches tropicales, en las que tanto cuesta conciliar el sueño. En el resto, los termómetros se mantendrán por encima de los 20 grados, salvo en áreas de montaña, lo que supone, a juicio del portavoz de la Aemet, «valores bastante elevados».

Las temperaturas sin precedentes vistas este verano en Europa son señal de lo que vendrá y resultado directo del cambio climático, según advirtió la Universidad de Oxford. Expertos del Instituto de Cambio Ambiental (ECI) de la Facultad de Geografía y Medio Ambiente de esa universidad, que han trabajado en colaboración con la Red Mundial de Atributos Climáticos (WWA, en sus siglas en inglés), han constatado que el cambio climático duplica la probabilidad de las olas de calor europeas, con temperaturas que podrían hacerse normales en verano.

El director adjunto de la ECI, Friederike Otto, explica que «lo que antes se consideraba un clima inusualmente cálido se convertirá en algo común, y en algunos casos ya lo es». La investigación compara las temperaturas actuales con los registros históricos en siete estaciones meteorológicas en el norte de Europa.

En España, mientras tanto, aunque todavía no está del todo claro, es posible que a partir del próximo lunes se inicie un descenso de temperaturas desde el noroeste peninsular, pero seguirán siendo muy altas.