El ejercicio Tiger Meet, que durante dos semanas ha congregado a más de 1.200 soldados (y casi 100 aeronaves) extranjeros en Zaragoza, terminó el viernes con un rotundo éxito, desde el punto de vista de la organización de la Base Aérea. Fuentes del Ala 15, el escuadrón de F-18 de la base que ejerció como anfitrión y organizador del evento, destacó que resultó "plenamente satisfactorio" en sus objetivos de entrenamiento conjunto de las unidades internacionales y la convivencia de sus tripulantes en un ambiente internacional.

Era la primera vez que la base zaragozana albergaba esta reunión, celebrada desde los años 60 entre las unidades que, como el Ala 15, cuentan con un tigre en su escudo. Fundamentalmente de la OTAN, aunque también de países invitados. Y los organizadores, aseguran, han tenido también la satisfacción de contar solo con "enhorabuenas y agradecimientos" entre los asistentes. Algo particularmente valorable no solo por ser novatos, sino porque esta edición del Tiger ha sido de las más concurridas.

MOLESTIAS Tal presencia de efectivos generó, ya antes de comenzar, el temor a las molestias por parte de los vecinos de los barrios del sur de Zaragoza, los más próximos al aeropuerto y la base. Y las quejas, ya constatadas, volvieron a repetirse esta semana.

Los organizadores ya habían adoptado medidas de precaución, como la prohibición de los vuelos nocturnos --pese a que algunos invitados los habían solicitado--, el vuelo a gran altura o la reducción de velocidad en aterrizajes. Además de la principal, el uso de la pista más alejada de la ciudad.

EL VIENTOAún así, los cambios de dirección del viento obligaron esta semana a realizar despegues en sentido este, y fue fácil constatar que había cazas de combate sobrevolando la ciudad. Pero la necesidad, indicaron fuentes del Ala 15, fue igual para los aviones civiles; lógicamente, con semejante cantidad de aparatos en el ejercicio, las molestias del ruido fueron más de las habituales cuando es necesario utilizar esta orientación del despegue.

Los aviones de las 14 naciones invitadas (15, si se cuenta la OTAN y sus aviones espía) comenzaron a abandonar la base zaragozana el viernes, el último día de los ejercicios, tras casi dos semanas de maniobras conjuntas sin fuego real, sobrevolando no solo los campos próximos a Aragón (San Gregorio o Bardenas) sino zonas de Murcia y la costa mediterránea.

La cita se trasladará el próximo año a la base de Landiviseau, en Francia, desde el 5 de junio. Será difícil que alcancen las cifras de interesados de esta cita zaragozana, con 1.600 acreditados para el Spotters day (algo así como el día del mirón, para fotógrafos aficionados a la aeronáutica) y las cerca de 50.000 personas que acudieron a la jornada de puertas abiertas del pasado sábado.

Estos pudieron disfrutar no solo de los aviones decorados propios del ejercicio, sino de exhibiciones aéreas al coincidir el evento con la celebración del Día de las Fuerzas Armadas en la capital aragonesa.