El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha lamentado hoy la "cerrazón" al diálogo del Gobierno de Aragón sobre un tema que afecta al 55 % de la población como es el impuesto por contaminación del agua.

En declaraciones a los medios tras visitar la reestructuración a la que se ha sometido el Museo del Foro Romano, Santisteve ha vuelto a expresar el rechazo del Ayuntamiento a dicho impuesto para una ciudadanía como la zaragozana que es "solidaria con el resto".

Para Santisteve, es "radicalmente injusto" que se implante el ICA "totalmente impuesto, sin negociación ni diálogo" después de que la ciudad haya invertido 323 millones de euros en la construcción de sus propias depuradoras sin ningún apoyo exterior.

Además de que "rompe todo el proceso de tarificación progresivo" y supone un incremento del 60 % del recibo a todos los zaragozanos, "una barbaridad en estos tiempos", ha lamentado.

El alcalde ha insistido en que es un asunto "sangrante para los zaragozanos" y ha advertido al Ejecutivo autonómico de que no se puede implantar una política recaudatoria para sacar 16 o 18 millones cuando "se niega" a hablar de cuestiones que afectan a la ciudad como la ley de capitalidad, las competencias impropias o los 40 millones que le adeuda del tranvía.