Ayer finalizó el plazo para presentar alegaciones al cambio de nombre del Pabellón Príncipe Felipe por el de José Luis Abós. Aunque ha perdido su sentido, en este caso, ya que la decisión del Gobierno de la ciudad está tomada y no habrá vuelta atrás.

El concejal de Deportes, Pablo Híjar, ha reiterado la postura de Zaragoza en Común (ZeC) respecto a este tema en más de una ocasión. Ayer mismo volvió a reconocer que se seguirá adelante con la modificación, tal y como aprobó el Gobierno por decreto, a pesar de las alegaciones.

ZeC se ha limitado a seguir el procedimiento legal propio de este tipo de medidas, cumpliendo con el periodo de exposición pública. Híjar explicó que se leerán todas las propuestas recibidas --no especificó el número-- y se responderán. Esto no implica que se tengan en cuenta.

"No vamos a entrar en posiciones partidistas", en alusión a las ocho alegaciones presentadas por el PP en contra del cambio de nombre, "solo nos lo replantearemos si dan un argumento de peso", explicó.

POLÉMICA

La decisión del alcalde, Pedro Santisteve, de que el pabellón pase a llamarse José Luis Abós ha estado rodeada de polémica desde el primer día. La oposición cuestionó las intenciones reales de ZeC y lo acusó de querer atacar a la monarquía. La coincidencia con la retirada del busto de Juan Carlos del Ayuntamiento de Barcelona por parte de Ada Colau no ayudó a ZeC a la hora de negar que no se trataba de una cuestión de principios republicanos, como insitió el equipo de Gobierno.

Por otro lado, que el Gobierno redactara y firmara el expediente el día 23 de julio y lo registrará el 24 se convirtió en otro de los motivos de ataque de la oposición, principalmente del PP. Una circunstancia que, por cierto, podría utilizar como uno de sus argumentos a la hora de llevar a los tribunales este asunto. Además, el pleno ha tumbado en dos ocasiones este cambio promovido por Chunta Aragonesista.

El coste que supondrá a las arcas públicas se desconoce, aunque Híjar aseguró no será una cifra muy elevada. El PSOE solicitó ayer una convocatoria del Consejo de Administración Zaragoza Deporte Municipal para evaluar el impacto económico y las repercusiones en la marca de ciudad que tendrá el cambio de nombre del pabellón.