El Gobierno de Aragón, a través del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), alertó ayer de la existencia de falsos valoradores de la dependencia en la comunidad que acuden a domicilios de personas mayores y, con la excusa de hacer el examen de valoración de sus capacidades, entran en sus domicilios.

Al parecer, según las fuentes, la detección se ha dado en personas que se identifican con una chapa relacionada con la dependencia (y con el IASS). Sin embargo, aunque dicen ser empleados del organismo y dedicados a valorar el grado de discapacidad, «no tienen relación alguna» con el Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales.

Por su parte, desde la consejería no precisaron a este diario más datos, ni cuándo se han empezado a detectar, ni tampoco si a cambio piden algún dato o cuestión económica. Lo que si pudieron confirmar es que el Instituto Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) «ha tenido constancia de la situación a través de los servicios sociales de base, es decir, locales y comarcales», precisaron. Por tanto, la presencia de estos falsos valoradores de dependencia no se ha detectado en capitales de provincia, sino territorios pequeños y alejados de la grandes ciudades.

Por el momento, según aseguraron fuentes de la Guardia Civil a este diario, no consta ninguna denuncia al respecto por parte de algún ciudadano que haya recibido la visita de estas personas en su casas.

ENCUESTAS TELEFÓNICAS

Esta alerta por parte de la DGA se produce apenas unas semanas después de que la Dirección General de Derechos y Garantías de los Usuarios, dependiente del departamento de Sanidad, advirtiera de que personas sin identificar están realizando una falsa encuesta de salud «con la que tratan de vender medicamentos o concertar una cita en los domicilios» para ofrecerles un producto ofrecido vía telefónica.

En este caso, se supo del caso gracias a la colaboración ciudadana, que alertó de que personas ajenas al Salud se habían puesto en contacto con ellos. Sanidad, ante la imposibilidad técnica de evitar que alguien efectúe llamadas en su nombre, insiste en que si se reciben llamadas para realizar las encuestas de satisfacción de usuarios «estas nunca serán para ofrecerles productos o medicamentos por teléfono o a domicilio», apuntó Sanidad.