Los vecinos de Villanueva de Gállego no pueden beber agua de los grifos ni de las fuentes desde ayer. Además, tampoco deberán emplearla para cocinar. De esta forma, esta localidad a las puertas de Zaragoza se convierte en la cuarta población que, en menos de una semana, registra concentraciones de residuos de lindano superiores al máximo permitido.

Esta sustancia tóxica, que tiene su origen en los vertederos industriales de Sabiñánigo, ha llegado al cauce del Gállego por motivos todavía no aclarados y ha afectado además a los pueblos de Santa Eulalia, Ardisa y Piedratajada.

La prohibición de beber agua en los cuatro núcleos afectados, instada por la Administración autonómica, va acompañada de la orden dictada por la Consejería de Medio Ambiente de limpiar los depósitos de almacenamiento, dado que existen sospechas de que pueden ser la fuente de la contaminación.

Para hacer frente al problema, la Diputación de Zaragoza ha enviado depósitos de agua de otra procedencia a Santa Eulalia, Ardisa y Piedratajada, tres pueblos que no llegan o apenas rebasan los 100 habitantes.

Pero con Villanueva, donde viven unas 5.000 personas, se plantea una situación más complicada, hasta el punto de que en la tarde de ayer se celebró una reunión entre la DGA, el ayuntamiento y el Instituto Aragonés del Agua para arbitrar medidas urgentes que permitan el acceso al agua potable a la población mediante el envío de camiones cisterna.

Los análisis realizados ayer por el área de Salud Pública del Gobierno de Aragón, que han tomado muestras de 17 puntos de captación y 23 localidades ribereñas del Gállego, determinaron que en las cuatro localidades mencionadas se dan porcentajes de lindano superiores al máximo permitido, que se sitúa en 0,10 microgramos por litro.

LIMPIEZA DE BALSAS

Así, en Villanueva de Gállego se detectó la mayor concentración, exactamente 0,30 microgramos, frente a los 0,28 de Piedratajada, los 0,13 de Santa Eulalia y los 0,11 de Ardisa.

Casualmente, ayer por la mañana, con anterioridad al informe definitivo, se había emitido otro, elaborado por la Consejería de Medio Ambiente, que solo habían detectado residuos de lindano en Santa Eulalia y Piedratajada.

Por otro lado, la CHE ha autorizado la suelta extraordinaria de caudal en los embalses del río Gállego con el fin de elevar el caudal y favorecer la disolución de los residuos de lindano. Esta medida se llevará a cabo tanto tiempo como sea necesario, según indicaron fuentes del Gobierno de Aragón.

De momento, en Villanueva de Gállego se va a proceder a la limpieza de las balsas donde se acumula el agua de consumo humano, al tiempo que se instalarán nuevos filtros.

El primer efecto de la prohibición se dejó sentir ayer mismo, al dispararse la venta de agua mineral en las tiendas de alimentación.