El Sindicato Cooperación Sindical (SCS) de Aragón, que aglutina a los trabajadores del sector del transportes sanitario en Aragón, alertó ayer de las «deficiencias» del nuevo contrato de gestión y aseguró que «precariza notablemente» la situación de las ambulancias de emergencias, especialmente en las zonas rurales.

El colectivo respondió al gerente del Salud, Javier Marión, quien compareció en la Comisión de Sanidad de las Cortes de Aragón y alabó que, el nuevo contrato, incrementa en un 27% la dotación económica y aumentará los dispositivos de 81 a 85.

Marión detalló que entre las mejoras del nuevo contrato se encuentra una nueva UME en Sobrarbe y Ribagorza, dos nuevas unidades de soporte vital básico en Zuera y en Utebo y una nueva ambulancia en Épila, así como el cambio de las vehículos convencionales de Mosqueruela y Calamocha a soportes básicos. «En Aragón tendremos una UME para cada 100.000 habitantes, mientras que en España la ratio es de 125.000», dijo el gerente del Salud, quien añadió que este contrato «mejora las condiciones laborales, puesto que se va a ajustar al nuevo convenio colectivo, lo que supondrá un incremento de la masa salarial en un 11%», señaló.

De todo ello dudan en el SCS. «Es cierto que se ha subido un 20% la dotación económica, pero no para la mejora del acuerdo, sino para tapar el déficit que estaba soportando Ambuibérica», señalaron desde el sindicato. «Además, el contrato carece de cláusulas sociales, lo que deja en la más absoluta desprotección a los trabajadores», apuntaron fuentes del colectivo, quienes reivindicaron que «el aumento en un 25% de la localización de las ambulancias precariza la situación, porque eso significa duplicar y triplicar la jornada anual además de un menos salario».

Sobre el aumento de vehículos, apuntaron que «no respaldan las verdaderas necesidades» de Zaragoza capital en cuanto al número de servicios que atiende.

Por otro lado señalaron que un 25% de las ambulancias de transporte urgente —un total de 22 de 88 vehículos— «no son asistenciales» y solo tienen un técnico como dotación de personal. «Esto supone un incumplimiento de la normativa europea, que insta a una tripulación de dos técnicos como mínimo».

Además, el sindicato precisó que 67 ambulancias «no tienen una base donde tener el vehículo y el personal, por lo que los trabajadores no tienen un lugar donde cambiarse, hacer labores de reposición de material o desinfección», denunciaron. «Una vida no tiene precio, sea de donde sea y viva donde vida. Así que queda más que justificada la asistencia de una ambulancia que no sea localizada», finalizó SCS.