Hoy sí, la crisis económica ha acabado con Gran Scala". Así certificaba ayer Arturo Aliaga, consejero de Industria e Innovación del Gobierno de Aragón, la defunción del proyecto del macrocomplejo de casinos en Los Monegros, del que era uno de sus máximos defensores. Quizá por eso, ha tardado en reconocer el bluff que ha supuesto todo el asunto, aunque según declaró ayer ya estaba avisado. "Ya dije que no habían dado muestras ni señales de vida cuando se les acabaron los plazos de presentar las dos cosas necesarias para seguir con la tramitación. Una era el proyecto con todas las exigencias de la ley y la otra la disponibilidad de terrenos", aseguró el consejero, en la inauguración del VII Encuentro Nacional de Mercados Municipales Minoristas, en el Auditorio de Zaragoza. "Ellos no han presentado esos datos y nosotros, como se dice, a otra cosa".

Aliaga se sacudía así de un plumazo varios años de declaraciones desmedidamente optimistas, cuando no desaires a la prensa por denunciar los escasos avances de Gran Scala. "El proyecto avanza a la velocidad que avanza, va lento pero me consta que los promotores siguen adelante con el proyecto", decía a finales de enero del 2010. Pocos días después, el 7 de febrero en una entrevista concedida a EL PERIÓDICO, declaraba que "Gran Scala atrae a más financieros. Tengo la corazonada de que saldrá".

Sus previsiones no se cumplieron, pero incluso cuando el paso del tiempo iba sembrando cada vez más dudas en la sociedad aragonesa, Aliaga no arriaba la bandera del optimismo. El 3 de enero del año pasado, decía: "Nadie ha dicho, ni siquiera los promotores, que vayan a tirar la toalla, todo el mundo es consciente de que nadie abandona el proyecto. Vamos a apurar a ver si conseguimos que se presente y empiece a andar".

LEGISLACIÓN Una vez certificada la clausura, quedaría la cuestión de la Ley de Centros de Ocio de Alta Capacidad con la que la DGA abrió la puerta a Gran Scala. Según declaró Aliaga ayer, "no creo que se hiciera a su medida, y la he leído cinco y seis veces. Sigue en vigor", aseguró. Para el consejero, la norma garantiza que si hay otro proyecto de este tipo, quepa en Aragón.

El consejero se felicitó de los "requisitos extremamente minuciosos y meticulosos" que establece la norma para futuros proyectos, ya que se hizo "amplia" para dar cabida a "algún otro proyecto" que por aquel entonces había "dando vueltas" en Aragón.