Los presidentes de la Asociación Española de Municipios de Montaña (EsMontañas), Francisco Boya Alós, y del Instituto de Investigación y Desarrollo Rural Serranía Celtibérica, Francisco Burillo Mozota, respectivamente, firmaron ayer en Lérida un convenio para trabajar conjuntamente en la delimitación de los territorios de montaña. El objetivo del plan es solicitar la aplicación de la legislación española y europea que permita garantizar su recuperación.

Burillo señaló que «si no se delimitan los territorios donde se concentra la despoblación no se podrán analizar las causas para tomar las decisiones adecuadas». Para el catedrático, «deben abandonarse los criterios de delimitación territorial» del Foro de Comunidades por el Cambio Demográfico «que realiza sus análisis por regiones», o los de la Federación Española de Municipios y Provincias, «que lo hace por provincias».

En su opinión, la despoblación en España se focaliza, esencialmente, en los territorios de montaña, «que son los que deben delimitarse, como se ha realizado con la Serranía Celtibérica».

Gracias a esta acuerdo, se llevará a cabo la delimitación de regiones despobladas españolas utilizando como unidad de análisis las unidades administrativas locales, ya que los criterios establecidos en el programa europeo ESPON, en el 2012 han abandonado las delimitaciones provinciales.

Con los análisis convencionales se limita el problema a las provincias de Teruel, Soria y Cuenca, mientras que aplicando los baremos europeos se delimitan territorios con índices inferiores a 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado, marcando las zonas de montaña como áreas nucleares.

La investigadora María Pilar Burillo realizó un primer análisis de los que, desde Serranía Celtibérica, denominan Municipios Socialmente Desfavorecidos, que reflejó que, de las 8.115 localidades españolas hay 3.867, el 48%, por debajo de dicha densidad (de hecho con 5,38 habitantes por kilómetro cuadrado de media) y que ocupan 239.179,70 kilómetros cuadrados, el 47 % del territorio español.Gracias a estos primeros estudios, se ha detectado además que hay territorios despoblados como Los Monegros, en Aragón, o grandes zonas sedimentarias de Castilla León, que no son montañosos.