Luis Masgrau, presidente de la Federación Aragonesa de Montañismo, asegura que el reino de laaltamontaña,hastahacepoco reservado a los escaladores más avezados, es invadido por un número creciente de aficionados a los deportes de aventura sin la suficiente preparación o que sobrevaloran sus posiblidades. «A partir de 2.500 metros, las condiciones son mucho más exigentes y requieren una gran preparación y una muy buena forma física», advierte. Sin embargo, en el curso de los últimos años, la popularización del Pirineo como destino turístico ha traído a personas aficionadas a la montaña, por lo general de otras comunidades, que se aventuran a gran altitud sin los elementos necesarios. Eso explica que los equipos de rescate se encuentren, sobre todo en verano, con que han de acudir a salvar a personas que se han extraviado o que están agotadas. No son sucesos infrecuentes. También se da el caso de excursionistas deshidratados. Y todo ello por no tomar las precauciones necesarias. «Se ve incluso a personas que van con mochilas visiblemente pequeñas, donde no cabe todo lo necesario para afrontar las con dicionesdelaalta montaña»,explica Luis Masgrau. Piolets, botas adecuadas, crampones y forro polar son obligatorios a determinadas altitudes. Unas zonas en las que, por cierto, no es raro ver llegar a excursionistas que van en pantalón corto o con camisetas de tirantes, expuestos al sol implacable de las altas cumbres y a los rápidos cambios de temperatura. Una tormenta repentina, tan frecuentes en las zonas elevadas del Pirineo, pueden dar al traste con una excursión.

NIEVE EN VERANO / La campaña Montañas seguras, que puede seguirse por internet, da consejos a todos los montañeros, expertos o novatos, a la hora de afrontar picos y barrancos, y también senderos de media montaña, pues muchos de los rescatados son senderistas que se pierden, se agotan o sufren una caída. «Hay senderos en los que es fácil extraviarse», apunta Masgrau. La nieve es otro elemento que se debe tener en cuenta. A partir de cierta altitud, incluso en verano, hace su aparición y se da el caso de que hay excursionistas que atraviesan estas zonas elevadas sin el equipo adecuado, lo que da lugar a numerosos accidentes. Masgrau señala que algunas personas llegan al Pirineo con una idea preconcebida de que hay ascensiones fáciles que, a la postre, resultan complicadas por los errores básicos: la falta de fondo físico y el uso de un equipo inadecuado para las circunstancias del terreno y del tiempo. «El barranquismo tiene sus propios riesgos», explica el presidente de la Federación Aragonesa de Montaña, que cita entre otros la posibilidad de que el nivel del agua suba de forma repentina como consecuencia de una tormenta. De ahí que se aconseje acometer estos cañones naturales a una hora temprana del día, pues las tormentas suelen producirse por las tardes.

BARRANQUISMO / Luis Masgrau llama la atención además sobre el hecho de los montañeros y escaladores solitarios, que suponen un 23% de los rescates, «cuando una ley de oro del montañismo dice que el número ideal es de tres». Así, el accidentado permanece con uno que lo cuida mientras el tercero de ellos va en busca de ayuda. La Federación Aragonesa de Montaña, en su página web, da consejos para evitar ser víctima de un accidente en montaña, con ejemplos prácticos de lugares concretos de las zonas montañosas de Aragón. Y es responsabilidad de los aficionados a las cumbres informarse antes de salir al monte.