La alta tasa de mortalidad que mantiene Zaragoza en las últimas semanas mantiene el cementerio de Torrero a pleno rendimiento. El alto número de fallecimientos, aproximadamente desde el día de Reyes, sorprendió a los gestores de la instalación a principios de mes, pero la tendencia no parece que amaine.

Según explican fuentes del centro, en lo que va de mes se están llevando a cabo una media de 18 velatorios, lo que supone ocupar prácticamente la totalidad de las 19 salas disponibles. Ha habido días en que incluso se han superado, y ha habido que hacer algún doble uso de las instalaciones, siempre previo acuerdo de la funeraria y la familia del finado.

Esta cifra contrasta con la media de apenas 12 servicios del año pasado, e incluso supera a la del 2015, con una mortalidad especialmente elevada, cuando se realizaban unos 16 servicios al día.

Lo mismo ocurre con las cremaciones que, según fuentes municipales, superan ya, con un 60% del total, a las inhumaciones. Se están llevando a cabo 14 diarias, más que las 10 del 2015 y cerca del doble que el año pasado.

Pese a ello, las citadas fuentes del centro aclararon que el servicio público no se está viendo desbordado, ya que mantiene los servicios disponibles a plena capacidad, con los cuatro hornos crematorios el día que se necesitan. Simplemente han ampliado horarios. Por ejemplo el de incineraciones, que antes se llevaban a cabo de 8.30 a 20.00 horas y ahora lo hacen de 7.30 hasta incluso las 23.00 horas. De forma paralela, se están llevando a cabo funerales incluso el domingo por la tarde, algo hasta ahora inusual.

BAJAS TEMPERATURAS

Las causas de este auge de la mortalidad no se pueden aventurar, pero todo hace indicar que se relacionan con el frío y la epidemia de gripe. Fuentes sanitarias explicaban ya hace unas semanas que el frío y el virus agravan las dolencias respiratorias de los pacientes que ya las sufren, y la saturación de urgencias demuestra que la enfermedad ataca con dureza.

Es cierto que enero, precisamente por estos factores de frío y enfermedades derivadas de él, es invariablemente el mes en el que más defunciones se producen. Así lleva siendo durante décadas en Aragón, con la sola excepción del 2012, cuando los 1.428 muertos de febrero superaron a los 1.332 del primer mes, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). El resto de años desde hace al menos una década, enero es siempre el peor mes en este ámbito, seguido de cerca por diciembre y febrero.

Pero la media suele rondar los 1.300 fallecidos, cuando en el 2015 llegaron a 1.500. Y extrapolando los servicios en Torrero, el 2017 está siendo peor.