Las matrículas en Religión se han disparado en los centros públicos de Aragón desde que la asignatura tiene carácter evaluable y computable, es decir, desde que cuenta para la nota media. Según datos oficiales del Departamento de Educación, el alumnado que cursa en la actualidad esta asignatura en ESO y Bachillerato ha crecido en prácticamente todos los cursos y en la mayoría de ellos de forma espectacular, si bien en 2º de Bachillerato -justo antes de acceder a la universidad- no se produce incremento, sino descenso.

En 1º de Bachillerato es donde se detecta un aumento más espectacular. Al igual que en 1º y 3º de ESO, la entrada en vigor de la LOMCE en el curso 2015-16 ha llegado a multiplicar por siete las matrículas, pasando de 330 alumos de Religión en el curso 2014-2015 a 2.398 en el actual.

En ESO, la subida no es tan espectacular, pero sí relevante. Es en el último curso (4º) donde es más elevada (57%), al pasar de 1.710 estudiantes hace dos cursos a 2.692 en el actual. La influencia de la aplicación de la LOMCE, que tanto en 4º como en 2º, ha entrado en vigor en el presente ejercicio, queda clara al comprobar que la cifra de matriculados el curso pasado (1.736) era similar al de hace dos años, por lo que el incremento se ha producido cuando la materia ha adquirido carácter evaluable y cuenta para la nota media.

RESTO DE CURSOS // En 2º se encuentra el segundo mayor incremento de alumnado inscrito en Religión en lo que a Secundaria se refiere. En el 2014 había 2.664 estudiantes de esta asignatura en los centros públicos, el curso pasado esa cantidad bajó hasta los 2.471 y, en el actual, la cifra se ha disparado hasta alcanzar los 3.393. Clarificador.

En los otros dos cursos, en los que la reforma educativa ya se aplicó el curso pasado, también ha aumentado del interés del alumnado por matricularse en esta asignatura aunque en menor medida. Así, en 1º se ha producido un incremento del 32% -de 2.930 estudiantes matriculados en el 2014-15 a 3.862 en el actual-, mientras que en 3º es donde se produce un menor aumento, que, en todo caso, alcanza el 26% al pasar de 2.199 a 2.770 alumnos durante este mismo periodo.

De este modo, en los dos cursos donde más cambio se ha registrado -último curso de Secundaria y primero de Bachillerato- alrededor del 37% del alumnado total cursa Religión este curso. «El hecho de que la asignatura cuente para la nota media ha influido notablemente en su elección», admiten fuentes del Departamento de Educación.

Sin embargo, todo cambia en 2º de Bachillerato, donde también es obligado ofertar Religión entre las dos asignaturas específicas que pueden elegir los alumnos. Aquí, los inscritos incluso han descendido, al pasar de 452 en el curso 2014-15 a 243 en la actualidad. «En su elección de asignaturas no piensan tanto en subir la media, sino en una formación adecuada que les permita acceder a la universidad o grados superiores bien preparados», apuntan desde la DGA.

MÁS ASEQUIBLE // Se podría decir, pues, que Religión vuelve a estar de moda, tras unos años de caída de alumnado. La reforma educativa impulsada por el exministro de Educación, José Ignacio Wert, revalorizó esta asignatura, a la que concedió carácter evaluable y, con ello, computable para la nota media y, por tanto, para entrar a una carrera o pedir una beca.

«En Bachillerato, el número de alumnos que optaban por Religión era casi testimonial, pero ahora ya no lo es. Estamos hablando de que en 1º y 2º podían cursarla antes uno o dos estudiantes, y ahora pueden hacerlo hasta una veintena», indicaron desde un instituto zaragozano.

La explicación que los equipos directivos dan a este espectacular incremento va más allá de su carácter evaluable desde la aplicación de la LOMCE. Esta consideración es clave, pero también lo es que, según ellos, el carácter «más asequible» de la asignatura, lo que, en principio, supone que la facilidad para aprobarla sea mayor que otras. «Tiene fama de ser una maría y eso repercute en la calificación», dicen.