El grupo municipal del Partido Popular recibió ayer un aluvión de críticas después de lo sucedido hace dos semanas en el centro de especialidades Pablo Remacha con el traslado "violento, con nocturnidad y alevosía" de los ecógrafos para llevarlos al hospital Miguel Servet. Una acción que provocó el rechazo de PSOE, CHA e IU que no eludieron calificativos hacia el consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, Ricardo Oliván. Indigna, prepotente, oscura, de república bananera, miserable y con cierto tufillo conservador y misógino son algunos de los calificativos que recibió la actuación del Ejecutivo aragonés en el centro del barrio de San José, en el que viven 70.000 personas.

El portavoz adjunto del PP, Pedro Navarro, defendió la intervención de Oliván, aunque en ningún momento hizo mención a las formas, la entrada violenta para llevarse los aparatos y rompiendo las puertas. El edil conservador negó que se trate de una "privatización", como le achacaban PSOE, CHA e IU, y le recriminó a los socialistas que enarbolen este discurso después de que hace cuatro años ellos hicieran más derivaciones --cuatro veces más-- y "ya trasladaron mamógrafos del Royo Villanova y del grande Covián al hospital Nuestra Señora de Gracia", recordó.