La asociación Alzheimer Huesca pone en marcha el proyecto "Terapias en Ruta" para llevar iniciativas ocupacionales dirigidas a frenar la evolución de la enfermedad a las diferentes comarcas de la provincia, donde nueve mil personas padecen este tipo de demencia.

Se trata de un proyecto piloto y gratuito que contempla diferentes programas terapéuticos diseñados para prevenir y paliar el avance de esta enfermedad, una iniciativa que hasta ahora se realizaba en la capital oscense y que a partir de este mes se ofrecerá a todas aquellas comarcas que no cuenten con asociaciones que trabajen la demencia.

"Tenemos que tener en cuenta que en Aragón, y en la provincia de Huesca, hay muchísimos pacientes con Alzheimer que están geográficamente muy dispersos, por lo que con este servicio queremos llegar a todos ellos con la ayuda de las comarcas, que son quienes conocen la población y sus necesidades", ha asegurado la coordinadora de la asociación, Alicia Sitán, en declaraciones a Efe.

De momento, La Ribagorza y La Litera se han interesado en la iniciativa y la Comarca de los Monegros celebra esta tarde su primera reunión de "Terapias en ruta", a las 19.00 horas en centro de salud de Sariñena, a través de la coordinación de los diferentes recursos sociosanitarios de la zona y la disponibilidad de transporte adaptado que se encargará de trasladar a los vecinos de los alrededores hasta el ambulatorio.

Aunque los servicios se irán adaptando a las necesidades de cada una de las comarcas, el programa comenzará con una terapeuta y un auxiliar de enfermería que trabajarán con los enfermos durante dos sesiones semanales de tres horas cada día.

"En estas demencias es importante solo el tratamiento farmacológico, también es fundamental trabajar las diferentes áreas de inteligencia, las funciones mentales y potenciar las habilidades y capacidades que tengan intactas, porque esta terapia ocupacional retrasa el deterioro cognitivo", ha explicado a Efe la terapeuta de la asociación, Patricia Mora.

Para desarrollar estas actividades, la asociación cuenta con un presupuesto de 35.000 euros para un año, una financiación que han recibido de la Fundación Once, el Instituto Aragonés de Servicios Sociales y las aportaciones de los socios, "y aunque de momento el servicio es gratuito veremos si las familias están interesadas y nos podemos sentar a trabajar con estas y con las comarcas para asegurar su continuidad".

El único requisito que piden desde la asociación Alzheimer Huesca es la cesión de un espacio, mínimamente adaptado, donde poder llevar a cabo las actividades ya que ellos aportan el material y los profesionales y los centros de salud colaboran en la difusión del programa.

Sitán asegura que hasta ahora no habían llegado al ámbito rural por cuestiones económicas, pero que una vez vistos los resultados de las terapias en los enfermos de la capital oscense vieron la necesidad de llevar fuera este tratamiento "porque el Alzheimer no para y hace al paciente cada vez más dependiente".

Esos resultados, recogidos por la asociación desde 2012, muestran que durante el primer semestre de ese año había un 40 por ciento de los usuarios con una demencia moderadamente grave, porcentaje que se redujo al 30 en los últimos seis meses, pasando a ser calificada como leve.

Las terapias también lograron frenar el Alzheimer en sus fases más avanzadas, reflejando una subida muy ligera en ese mismo periodo de estudio, de casi el 19 por ciento en la primera mitad del año, al 22 por ciento en la segunda.

"Según los estudios que realizo en la asociación con la escala Reisberg - que cataloga las intensidad de las diferentes fases de la enfermedad- podemos afirmar con rotundidad que los pacientes mejoraron, porque pasaron de una demencia grave a una moderada en ese periodo de tiempo".

Las terapias contemplan la estimulación cognitiva de las diferentes áreas de inteligencia, lenguaje, cálculo, orientación temporal espacial y personal y también incluyen un programa de reminiscencia que se trabaja en las fases leves y moderadas de la enfermedad, consistente en fomentar la memoria de lo antiguo.

"Lo primero que afecta en Alzheimer es la memoria reciente, que les provoca desorientación temporal. Por esto trabajamos la memoria de lo antiguo, porque permanece intacta y tratamos de potenciar aquellas capacidades y habilidades que no se han visto afectadas por la enfermedad", ha explicado Mora.

Para potenciar la inteligencia trabajan con terapia recreativa, manualidades que fomenten su imaginación y su coordinación motora; y la terapia manipulativa, individual o en grupo, trata de mantener la funcionalidad de las diferentes partes del cuerpo "con el objetivo de que puedan ser independientes el mayor tiempo posible y minimizar el esfuerzo del cuidador, para cuyo descanso estos programas también son muy importantes".

La musicoterapia y la danzaterapia ayudan a los pacientes a controlar su conducta "porque muchos padecen agitación nerviosa" y también a expresar mejor sus emociones, actividades que también favorecen el contacto social y la interacción.

De cara a ayudar a los cuidadores, la asociación también organiza distintos talleres donde trabajan la higiene personal, el vestido y la alimentación, "muy importantes dado que a muchos familiares hay que explicarles que muchas de estas acciones ya no las saben hacer, las han olvidado y no significa que no tengan voluntad de llevarlas a cabo. Es un proceso duro y que quema muchísimo, por lo que tienen que estar bien informados y atendidos".

Por esto, según Mora "Las terapias en ruta" no son solo un programa para ayudar a los que padecen alzhéimer, ya que "esta una demencia que sufren dos personas, el propio paciente, que requiere una atención constante, y su cuidador".