Tres amigos desde la infancia. De Zaragoza. Viven en Barcelona, año 92. Uno de ellos, escritor y crítico literario, se suicida arrojándose por la ventana. Se llama Chusé Izuel y tiene 24 años, aunque en la lápida no le respetan ese nombre que él había elegido. Le pusieron el original, y así sigue. Los otros dos amigos han vivido con esa muerte desde entonces. Uno es Bizén y otro Félix. Bizén estaba durmiendo cuando Chusé saltó. Le despertaron los bomberos. Antes de saltar, Chusé le había mandado a su exnovia unos cuentos. Ella le había dejado. Félix publicó los cuentos en el 94: Todo sigue igual1.Félix es Félix Romeo, que ha cargado durante estos años con una bolsa llena de notas de Chusé Izuel, grabaciones de entrevistas, cuadernos, cartas- Ahora Félix Romeo ha encarado esa bolsa y ha escrito esta historia, que le estaba desgarrando por dentro. La acaba de publicar Jonás Trueba en Plot Ediciones, el libro se titula Amarillo y es una bomba.Dice en la contraportada: "Este es un libro sobre el crimen perfecto. Sobre la memoria, sobre la imposibilidad de recordar. Sobre la imposibilidad de escribir libros sobre la vida que sean reales. Sobre las cuatro cosas que recuerdo de ti. Sobre todo es un libro sobre las mil cosas que no recuerdo de ti, y quiero seguir ignorando. Todo empieza con una pregunta: ¿cómo no me di cuenta de que te ibas a suicidar? De esta pregunta sale otra pregunta: ¿por qué tu muerte me produjo un alivio tan grande? De esta pregunta sale otra pregunta: ¿soy responsable de tu muerte? Y de esta pregunta sale una última pregunta: ¿por qué desde hace años arrastro una terrible sensación de culpa por tu muerte?"Chusé Izuel colaboró en El Día de Aragón, en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN y en

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