La defensa de sus tierras estuvo a punto de salirle cara a un joven agricultor de Miedes de Aragón, al que los ladrones que sorprendió robándole almendras persiguieron navaja en mano, pese a que les había dado permiso para llevárselas.

El joven logró huir y tuvo la sangre fría de perseguirles y tomar nota de la matrícula de su coche, lo que permitió que la Policía Nacional les detuviera en Calatayud, poco después. El Cuerpo recordó ayer la importancia de no enfrentarse a los ladrones a los que se sorprenda in fraganti, pero sí conviene tomar nota de sus características o las de su vehículo para ayudar a la investigación o, como en este caso, directamente al arresto.

Los hechos, según explicó a este diario la propia víctima, sucedieron el miércoles por la mañana, cuando estaba trabajando en una oficina de una conocida cooperativa de la localidad desde la que podía ver sus almendros. Le llamó la atención una pareja que estaba recogiendo los frutos, y se acercó a recriminárselo.

Al llegar vio que se trataba de una joven pareja que llevaba recogidos unos tres sacos de almendras, casi 80 kilos. "Les pregunté que quién les había dado permiso para cogerlas, y me dijeron que el dueño. Pero les dije que era imposible, porque el dueño era yo. Entonces la chica --que resultó ser menor de edad-- me dijo que estaba embarazada y las necesitaban para comer. Me dio pena y les dije que las cogieran, pero que se fueran", explicó.

Pese al gesto caritativo, cuando ya se volvía vio de refilón cómo el chico hacía ademán de golpearle con el palo que estaba usando para sacudir los árboles. "Empecé a dar patadas y entonces sacó una navaja y echó a correr, y me fui hacia el coche", explicó.

Con el susto en el cuerpo --"aún me dura", reconoce--, cogió el coche y persiguió a la pareja, que huía, tomando nota de la matrícula para denunciarlo por teléfono a la Guardia Civil. Esta dio aviso al Cuerpo Nacional de Policía, que les localizó y arrestó en Calatayud, minutos después.

Según informó la Policía, la joven, menor de edad, fue puesta en libertad tras tomarle declaración. Su pareja pasó la noche en el calabozo y también fue puesto en libertad con cargos. Al joven, de nacionalidad rumana, le constan varios antecedentes policiales por pequeños hurtos en las localidades del entorno de Calatayud.