El plantón del equipo de anestesistas del hospital Clínico de Zaragoza para participar en las operaciones de la tarde terminará el jueves y, a partir de ese día, se empezarán a programar de nuevo intervenciones quirúrgicas. Así lo comunicó ayer el servicio de Anestesia a la dirección del centro. De este modo, se pone fin a un conflicto interno que ha durado más de dos semanas y que obligó a cancelar 40 operaciones que ya estaban previstas.

Sin embargo, los sindicatos aseguran que la decisión ha llevado a tener que cancelar «un total de 200 intervenciones», según aseguró ayer Evangelino Navarro, presidente autonómico del sector de sanidad de CSIF Aragón. «Las 40 operaciones que dice Sanidad estaban previstas, pero es que en las dos semanas siguientes no ha programado y, por eso, no dicen que ha habido más afecciones», dijo Navarro. «Sin embargo, si tenemos en cuenta que el Clínico realiza una media de 100 operaciones a la semana y han sido 12 días de parón, es obvio que alrededor de 200 intervenciones son las que se han visto afectadas. Estuvieran ya programadas o no», insistió Navarro.

En su momento, la plantilla de anestesistas reclamó una «mayor» estabilidad laboral, ya que aludió a largas jornadas de trabajo «ininterrumpidas» debido a la falta de personal, que impedía realizar varios turnos de trabajo para las intervenciones de la tarde. Estos especialistas reclamaron que, al menos, harían falta 7 anestesistas más en el Clínico. La situación coincidía con que varios de sus internistas terminaban su residencia estos días y, por lo tanto, debían ser llamados para cubrir plazas en centros periféricos.

Precisamente en estos hospitales alejados de la capital es donde afecta la deficiencia de anestesistas especialmente. Así, desde el Departamento de Saniadad, por medio de su consejero Sebastián Celaya, siempre han mantenido que se sacarían las plazas vacantes por medio del llamamiento único y que el conflicto planteado «no se entendía», según Celaya. «El problema es que todos quieren quedarse en el Servet o en el Cínico. Si después del llamamiento nadie quiere a estos periféricos entonces tendremos un problema», dijo.